Estas gotas, por lo tanto, no se consiguen en cualquier droguería o farmacia, “es una fórmula magistral”, aclara el médico.
La presbicia, ese defecto ocular que obstaculiza ver de cerca y afecta a muchos seres humanos después de los 40 años, tiene posibilidades de ser solucionada gracias a unas gotas inventadas por el oftalmólogo caucano, Luis Felipe Vejarano, quien está causando efervescencia en el mundo científico.
“Esto mundialmente ha generado un ‘boom’ en el mundo de la oftalmología y la ciencia, puesto que por fin se ha encontrado una solución farmacológica para remediar la presbicia. Numerosos congresos mundiales y publicaciones científicas han sido testigos de la eficiencia de este método”, señaló a Colombia-inn, el doctor Vejarano.
“La presbicia no es una enfermedad -explica Vejarano en su clínica ubicada en el centro histórico de Popayán-, es el proceso normal de envejecimiento del ojo, en el que el músculo interno del enfoque, llamado músculo ciliar, se apereza, se vuelve menos eficiente y le hace perder su capacidad normal de enfoque”.
“El músculo ciliar es como el fuelle de las cámaras fotográficas que se mueve para enfocar de cerca o de lejos. Ese músculo rodea al lente que es el órgano que nos permite ver. El músculo es el que mueve al lente para que se acerque o se aleje”, agrega el oftalmólogo e inventor.
Lo que se logra con las gotas, a las que el científico payanés ha bautizado Fov Tears (del inglés Focusing Ocular Vision, y Tears, gotas), “es reactivar el músculo y hacer que vuelva a enfocar con mayor intensidad y fuerza, como un nuevo estímulo para reestablecer su elasticidad y lograr el enfoque”.
El médico comparó el músculo ciliar del ojo con cualquier otro del cuerpo: “si dejas de estimularlos se vuelven perezosos. Hay que ejercitarlos. Lo que hacemos con las gotas es posibilitar el ejercicio del músculo ciliar, puesto que con los años se va quedando quieto”.
Experimentos en sí mismo
Vejarano, de 50 años, ha estudiado el comportamiento del músculo ciliar y su incidencia en la visión de cerca, desde hace aproximadamente ocho años cuando empezó a sentir los rigores del cansancio en sus propios ojos.
“Empecé a mezclar con varios componentes para buscar farmacológicamente la reactivación del músculo y el efecto visual que requería. Tuve mucho cuidado para que las gotas no generaran espasmos, pues esto podría ocasionar que volviera al paciente miope”, aclaró.
No a todos les funciona el tratamiento
Después de haber probado con varios pacientes -ya hay 219 usuarios beneficiados con las gotas en Popayán y 55 en otras ciudades-, Vejarano estableció un procedimiento que incluye varios exámenes y pruebas para poder recetarlas, porque, advirtió: “no a todos les sirven las gotas. Tienen que tener una buena visión de lejos. Estas personas se denominan emétropes”.
Impulso de iNNpulsa
Dados los alcances del invento científico del doctor Vejarano, iNNpulsa, la entidad del ministerio de Comercio, Industria y Turismo encargada de promover el emprendimiento, la innovación y el desarrollo empresarial, creyó en su trabajo y lo acogió.
Por eso, el oftalmólogo hace parte del programa ALDEA de iNNpulsa Colombia, en el que ya ha superado los dos primeros retos, de un total de cuatro: Conozcámonos y Conversa con los expertos, y actualmente se encuentra en el tercero, denominado Conéctate con tu asesor.
ALDEA es, antes que todo, una comunidad que conecta a emprendedores, empresarios, expertos, evaluadores, mentores, consultores, inversionistas y banqueros, con el fin de acompañar al emprendedor e innovador y facilitarle el camino hacia el éxito.
“Tener el apoyo de una agencia estatal, le da seriedad al proyecto. Si todavía hay incrédulos, y si ven que tengo el respaldo de iNNpulsa, tienen entonces que pensar que una entidad como esta ya estudió, investigó y validó, que esto no es una farsa y el proyecto realmente promete”, destaca el oftalmólogo.
Aceptación de las gotas
El galeno dividió en tres partes el proceso de aceptación de su invento en el mundo: “incredulidad, expectativa y aceptación”.
“Incredulidad, cuando decían con indiferencia que ‘eso no sirve para nada’. Después vino la etapa de la expectativa, luego de algunos testimonios e incluso pruebas. Ahora afirmaban ‘parece’ que eso sí funciona. Voy a esperar a que salgan más estudios y que otros lo empiecen a usar. Todavía hay muchos en esta etapa”, dice.
“Al final, en la que estamos actualmente, es en la etapa de la aceptación, dados los positivos resultados en los pacientes, conocidos por el voz a voz, en los congresos y en la divulgación de algunos medios de comunicación masivos y especializados”, expresa Vejarano.
¿Cómo acceder al tratamiento?
Los interesados en acceder al tratamiento contra la presbicia por medio de las gotas Fov Tears, deben pedir una cita de evaluación en la Fundación Vejarano, en Popayán, o a través de los oftalmólogos acreditados en Bogotá, Medellín, Villavicencio, Cúcuta, Bucaramanga y Montería.
“Los oftalmólogos interesados en acreditarse tienen que viajar a Popayán. Yo los capacito y les explico las características de las gotas y a quiénes se les pueden recetar. Les muestro toda la documentación para que ellos se la muestren a los pacientes. Si el paciente es apto para las gotas, el oftalmólogo las receta y me las solicita. Yo las mando a hacer al laboratorio y este las envía al paciente”, explica Vejarano.
“Si (el paciente) vive fuera de Popayán le llegan por correo a su casa; si es de Popayán las recoge después de unos 15 días. El proceso de validación de su utilidad y su posterior producción es totalmente personalizado”.
Estas gotas, por lo tanto, no se consiguen en cualquier droguería o farmacia, “es una fórmula magistral”, aclara Vejarano.
Aceptación internacional
Gracias a las numerosas exposiciones en congresos mundiales de oftalmología a las que ha sido invitado el galeno caucano, se han logrado desarrollar protocolos en varios países para iniciar los procesos de validación.
“En España pronto se iniciará un protocolo clínico con 60 pacientes, 30 con las gotas y 30 con placebo, que será avalado por la Agencia Española de Medicamentos, que es una entidad con mucho peso en Europa. Con ese estudio obtendremos el marcaje en Europa”, manifestó el oftalmólogo.
“A su vez, en una clínica muy grande en Newport Beach, Estados Unidos, se están haciendo unas investigaciones para la FDA, entidad de control de los medicamentos en el país del norte. En Canadá se han hecho unos experimentos con unos lentes acomodaticios y quieren mejorar los resultados estimulando el músculo ciliar con las Fov Tears”, agregó.
Mientras las investigaciones arrojan resultados, se está llevando a cabo un mercadeo sectorial, similar al usado en Colombia, en Centroamérica, Argentina, Perú, México y España.
"Soy Vejarano"
Las gotas del doctor Vejarano son apenas una parte del trabajo que él y su familia desarrollan en Popayán y el país.
La Fundación Vejarano es un centro médico de 2.400 metros cuadrados y 50 empleados que brinda atención a cerca de 500 pacientes mensuales del sur-occidente colombiano, del país, e incluso del exterior, y realiza alrededor de 2.000 cirugías oftalmológicas al año.
En la Fundación trabaja el padre de Luis Felipe, el también oftalmólogo Alberto Vejarano Cucalón, quien inició la clínica hace más de 40 años. “El descubrimiento científico de mi hijo y el servicio que prestamos a la sociedad colombiana me producen mucho orgullo”, expresó Vejarano padre.
Los corredores y rincones de la clínica están llenos de logotipos que muestran la caricatura de una mano haciendo la “V” de la victoria. Al preguntar al doctor Luis Felipe Vejarano sobre su significado, este contestó:
“Eso quiere decir, ‘yo también soy Vejarano’, refiriéndose a una filosofía de vida: el servicio, la atención al cliente, la sonrisa permanente, el saludo amable, el buen trato, la buena energía que mi papá ha puesto como ejemplo y dirección desde que inició su trabajo social en esta clínica. Todo eso se nota. Todo eso se “mira”, de cerca y de lejos”, concluyó.
Desde 2005, cuando se dieron al servicio las nuevas instalaciones del Centro médico quirúrgico de la Fundación, los pacientes cuentan con amplias salas de espera, consultorios oftalmológicos y optométricos, salón de exámenes especiales y procedimientos láser, tres quirófanos dotados de tecnología de punta, central de esterilización, zona de inducción y recuperación, farmacología y óptica, a lo que se sumó, desde el 2010, un servicio de consulta y cirugía plástica.