Aunque todos los profesionales de la salud deberían estar usando Mipres para formular servicios que están fuera del Plan Obligatorio de Salud a más tardar el 1 de marzo, sólo el 23 % de las prescripciones se están haciendo por esta vía. Las primeras quejas sobre el nuevo sistema aparecen.
El Espectador. Los Comités Técnico Científicos (CTC), encargados de aprobar los medicamentos que no contemplaba el Plan Obligatorio de Salud (POS), eran un laberinto en el que se extraviaron muchos pacientes en Colombia. Después de que el médico prescribía una droga, la aprobación por parte de este comité de la EPS podía demorar hasta 15 días, tiempo al que se sumaban otros trámites, como la radicación de documentos, los turnos de espera en las farmacias y las horas empleadas en moverse de un centro médico a otro hasta llegar a tener el medicamento en las manos.
Para muchos, el CTC se convirtió en una barrera administrativa que, además, ponía en entredicho la autonomía médica. Por esa razón, uno de los puntos que más sonaron cuando se sancionó la Ley Estatutaria de Salud, próxima a cumplir dos años, fue ponerles fin a estos comités, proceso que prometía agilizar los trámites y devolverles a los profesionales la independencia a la hora de prescribir.
Entrando a suplir los CTC, se explicó en ese entonces, el Ministerio de Salud tenía que crear una plataforma, hoy llamada Mi Prescripción (Mipres), por medio de la cual los profesionales de la salud pueden formular medicamentos, procedimientos o dispositivos que no están incluidos en el POS, ahora Plan de Beneficios, sin necesidad de la aprobación de un tercero. Sin embargo, aunque el plazo para que las clínicas y hospitales que atienden el régimen contributivo se trasladen a esta plataforma es el 1 de marzo, el proceso va lento y está rodeado de desinformación.
Según explicó Álvaro Rojas, de la Oficina de Administración de Fondos del Ministerio de Salud, a pesar de que se ha avanzado, en este punto debería tener un ritmo mayor. Para explicar la situación, arroja el siguiente dato. Desde el 1 de diciembre, fecha en la que cada EPS tenía que elegir al menos uno de sus hospitales para que empezara a trabajar con Mipres, se han realizado 30.187 prescripciones, beneficiado 25.178 pacientes e involucrado a 1.683 profesionales. Sin embargo, de las 252 instituciones prestadoras de salud (IPS) registradas en el sistema, sólo el 23 % está prescribiendo a través de Mipres.
“Desde el 1º de marzo, Mipres será el único mecanismo a través del cual los profesionales pueden prescribir los servicios no POS para el contributivo. La idea es que todas las IPS se vayan vinculando de manera gradual y no esperen hasta ese día para hacer el cambio”, recomienda Rojas.
La fecha, sin embargo, podría estar muy encima para algunos. “Todavía hay dudas sobre la capacidad real que tendrán los profesionales de la salud para manejar la plataforma. Más que una dificultad en la tecnología es una a nivel pedagógico, en la convicción que tengan quienes prescriben para aprender a utilizar el sistema, que es algo que no se aprende de la noche a la mañana”, comenta Juan Carlos Giraldo, director de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC).
Agrega que, después de hacer un sondeo con las entidades para saber cuánto tiempo podría tardar la prescripción con esta aplicación, el promedio fue de 18 minutos. “Una de las grandes quejas que siempre hemos tenido es que hay poco tiempo en la consulta para ver y examinar al paciente, y esto podría generar algunos traumatismos”, señala. Su temor, a la final, es que se termine dando un gran salto al vacío sin que los médicos estén preparados.
Quejas y desinformación
Desde hace más de un año, el Ministerio de Salud ha venido haciendo un proceso de socialización, talleres y asesoría técnica para lograr que, finalmente, las IPS incorporen la plataforma Mipres y les digan adiós a los CTC. No obstante, todavía es mucha la desinformación alrededor de este cambio. Sobre todo entre los pacientes, que aún no tienen muy claro cómo los beneficia.
Para ayudar a disipar estas dudas, la Asociación Colombia Saludable creó una línea de atención dirigida exclusivamente a responder preguntas sobre Mipres. Desde que empezó a funcionar, hace un mes, este call center se ha convertido en un buen recurso para identificar los primeros problemas que arroja la plataforma.
En palabras de Denis Silva, quien hace parte de la asociación y ha acompañado al Ministerio en el proceso de socialización, son varias las quejas que se suman. “No en todas las IPS hay capacidad instalada de tecnología, como computadores e internet, y nos hemos encontrado con algunos médicos que se niegan a utilizar la plataforma”, afirma.
Sin embargo, hay dos cosas que parecen preocuparlo más. El hecho de que a través de Mipres no se puedan prescribir servicios complementarios, como pañales y sillas de ruedas, y que algunas EPS están usando la aplicación para rastrear quiénes son los médicos que prescriben los medicamentos no POS y cobrarles directamente este gasto.
“Aunque la glosa se puede transferir al médico cuando hay una buena justificación, como un procedimiento no necesario, estamos viendo que a través de Mipres se están aumentando las glosas. Incluso en hospitales de Medellín y Bogotá han rotado circulares diciendo que está prohibido prescribir servicios no POS”, comenta.
Esta situación, de paso, pone en evidencia la carta que le estaría quitando Mipres a las EPS: la de entrar en un círculo infinito de barreras administrativas para negar los servicios. Pues en algo parecen estar de acuerdo todos los involucrados con el fin de los CTC y es que los pacientes dejarán de ser los mensajeros del sistema, que la responsabilidad vuelve a caer en los médicos y que habrá más control sobre lo que se está prescribiendo. Una ventaja que, en teoría, hace que la espera de los pacientes para recibir los medicamentos no POS sea máximo de cinco días.