El proyecto de ley, al que solo le falta un debate en plenaria para convertirse en ley de la República, pretende evitar el cobro de las residencias médicas por parte de los hospitales a las universidades. Además, busca que cada residente reciba un salario equivalente a tres salarios mínimos vigentes a través de un fondo común que tendría que ser creado.
Desde el año pasado, los estudiantes de especializaciones médicas y asociaciones médicas han estado moviendo un proyecto de ley que, de aprobarse, cambiaría significativamente la vida de los 5.000 residentes médicos que hay en el país: la Ley de Residentes.
El proyecto de ley, al que solo le falta un debate en plenaria para convertirse en ley de la República, pretende evitar el cobro de las residencias médicas por parte de los hospitales a las universidades. Además, busca que cada residente reciba un salario equivalente a tres salarios mínimos vigentes a través de un fondo común que tendría que ser creado.
Como era de esperarse, el proyecto levantó ampolla, pues gran parte de la incertidumbre gira en torno a de dónde saldrá la plata para alimentar este fondo. Según el Ministerio de Salud, pagarle tres salarios mínimos a los residentes del país costaría unos $170.000 millones (US$ 60,3 millones). Por ende, el proyecto de ley propone que a un eventual Fondo Nacional de Residencias Médicas entren recursos del presupuesto nacional, así como aportes de la IPS donde los residentes realicen las prácticas. Este punto, precisamente, es el que no le gustó a la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), que reúne varias EPS.
En semanas pasadas Jaime Arias, su presidente, tildó al proyecto de inconstitucional, ya que afectaría “aún más las finanzas del sector salud”. Los estudiantes le respondieron diciendo que su oposición al proyecto tenía más que ver con los interese económicos en juego.
Según el Ministerio de Salud, pagarle tres salarios mínimos a los residentes del país costaría unos $170.000 millones (US$ 60,3 millones).
Sea como sea, los residentes y las asociaciones médicas no quieren que el proyecto se quede en el olvido. Por eso, desde la semana pasada convocaron a manifestaciones en las principales ciudades del país para presionar a los congresistas a que en el debate de plenaria -cuya fecha no se ha fijado- aprueben el proyecto de ley.
Es más, aprovechando el punto álgido en el que se encuentra el proyecto de ley, la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) también aprovechó para pedirle al Congreso que permita su avance. En un comunicado público la Asociación anunció su respaldo, pero también dio a conocer que le había enviado una serie de apreciaciones a los Senadores ponentes, la Presidencia del Senado y la Secretaría general de la Cámara de Representantes sobre el proyecto de ley.
Algunas de estas apreciaciones son su respaldo a que exista algún tipo de remuneración a los residentes y que el Fondo se nutra de diversas fuentes. “La ACHC propone preservar la propuesta de la remuneración a los residentes y que explore alternativas de texto que den equilibrio y acerquen a las Entidades de Educación Superior, a los residentes y a los hospitales y clínicas a un punto medio”.
También señalaron que no se debe olvidar que parte importante de la residencia, es el trabajo que estos médicos hacen en las IPS. “En efecto los propios residentes son conocedores que al ingresar a las IPS deben recibir entrenamiento, capacitación, coordinación; las IPS deben asumir los costos por curvas de aprendizaje, aumento de tiempo en quirófanos; gastos en la prestación de servicios tales como: insumos, materiales, dedicación del docente y personal administrativo, entre otros”, afirma el documento.
En Bogotá, la cita para hacer el plantón pidiendo que el proyecto de los residentes no se estanque fue en la Plaza Bolívar, en las horas de la mañana. Esta fue la manifestación con mayor número de afluentes.
En otras ciudades, como Manizales, Pasto y Cali, también se registraron marchas y plantones, aunque con menor asistencia que en la capital del país.
Algunos manifestantes le pidieron a los congresistas no quedarse callados ante la iniciativa. Angélica Lozano, Claudia López y Jorge Robledo fijaron su posición a favor de las peticiones de los residentes.
Estudiantes de medicina de universidades públicas y privadas también se unieron a las manifestaciones