La Audiencia Nacional Española acusó al gobierno de Chávez de cooperar con la ETA y las FARC, lo que permitió que ambos grupos se reunieran e intercambiaran técnicas.
Bogotá. Colombia permanecerá atenta a la investigación de la Audiencia Nacional de España, que acusó al gobierno de Venezuela de colaborar con el grupo separatista vasco ETA y con los rebeldes izquierdistas colombianos de las FARC, anunció el martes el canciller Jaime Bermúdez.
El juez español Eloy Velasco dijo el lunes que el gobierno de Hugo Chávez cooperó para que ambos grupos armados sostuvieran encuentros e intercambiaran técnicas de guerrilla o información para un posible atentado en España contra altos funcionarios colombianos, como el presidente Alvaro Uribe.
"El gobierno de España ha pedido la explicación al gobierno de Venezuela y nosotros estaremos atentos a ello", dijo Bermúdez en declaraciones a periodistas."También a través de nuestra embajada, hemos pedido, si es posible, tener la información precisa del caso para conocer en detalle de que se trata", explicó.
En el auto, el juez procesó a 13 personas, seis miembros de ETA y siete de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por delitos de colaboración con grupos armados ilegales, conspiración para cometer homicidios o tenencia de explosivos.
El juez también ordenó la detención internacional de los implicados que están en libertad.
Chávez respondió que las acusaciones en su contra por los supuestos vínculos con ETA y las FARC son parte de "una orquesta del imperio yanqui".
La acusación de la Audiencia Nacional de España y la explicación que pidió el gobierno español a Venezuela, se producen en momentos en que las relaciones diplomáticas de Bogotá y de Caracas atraviesan una crisis que ha afectado el comercio binacional.
La crisis estalló en julio cuando Chávez denunció que un acuerdo militar que firmó Colombia y Estados Unidos extiende una plataforma para que Washington realice una invasión a su país como parte de un plan para asesinarlo y frenar la revolución que impulsa a favor de los más pobres.
Pero Colombia asegura que desde las siete bases incluidas en el acuerdo los militares estadounidenses sólo realizarán operaciones contra el narcotráfico y el terrorismo.
La ETA y las FARC son consideradas como organizaciones terroristas por la Unión Europea.