El departamento de Farmacia abrió un debate sobre la pertinencia de enseñar a sus estudiantes aspectos relacionados con esta terapia alternativa.
Tres meses después de la controversia pública que provocó la apertura del diplomado “Homeopatía y terapias alternativas en el ámbito farmacéutico” en el departamento de Farmacia de la Universidad Nacional, las directivas de esta escuela organizaron un debate para estudiar los argumentos a favor y en contra de la inclusión de estas terapias alternativas en su oferta académica.
Gabriela Delgado, directora del Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional y coordinadora del debate, explicó que la academia debe estar abierta a este tipo de debates, resolverlos con argumentos y sin apasionamientos.
Germán Benítez, médico y miembro de la Sala Especializada de Medicamentos Homeopáticos del Invima, explicó que en Colombia se debe garantizar las buenas prácticas de manufactura de este tipo de compuestos que hoy son producidos por laboratorios, farmacias e incluso médicos en sus consultorios. “Si no hay alguien que vigile no se puede garantizar que funcionen”, comentó al abrir el debate y defender abiertamente la utilidad y eficacia de esta terapia.
En la otra orilla del debate, el médico y epidemiólogo Jairo Echeverry Raad de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, cree que si la universidad quiere plantear estos temas a sus estudiantes lo debe hacer desde una mirada crítica y “con base en la evidencia”. “No debe vender un producto académico sin ser crítico”, apuntó.
Antonio Sanabria, profesor retirado del departamento de Farmacia, y quien promovió desde los años ochenta incluir la homeopatía en el pensum, argumentó que esta medicina alternativa “no se puede evaluar de la misma manera que se evalúa la medicina convencional”.
Mientras Benítez, del Invima, aseguró que en los estudios que han intentado evaluar la eficacia de los medicamentos homeopáticos el 48% han demostrado algún efecto positivo, Echeverry recordó que hasta ahora los meta-análisis (estudios que agrupan estudios más pequeños) no han demostrado efectos positivos más allá del efecto placebo. “Si un medicamento no es eficaz no va a mejorar con miles de meta-análisis”, comentó. Citó como ejemplo el caso del viagra, que al ser administrado a un grupo de pacientes con disfunción eréctil se demostró su potente efecto en la mayoría. Cosa que ha sido difícil demostrar hasta ahora para fármacos homeopáticos en distintas condiciones médicas.
Juan Carlos Alarcón, decano de Farmacia en la Universidad de Antioquia, se mostró preocupado por la inclusión de la homeopatía en las escuelas de farmacia y recordó que en mayo de este año la Real Academia Nacional de Farmacia de España se reunió para debatir sobre el mismo tema y concluyó, entre otras cosas, que “desde un punto de vista científico no hay argumentos que apoyen la eficacia de los medicamentos homeopáticos y que en consecuencia justifiquen su utilización clínica. Este método terapéutico puede crear falsas expectativas, sustituir a los tratamientos con eficacia demostrada, retrasar la consulta médica, e incluso llegar a comprometer la vida del paciente”.
Ante el caso español, el profesor Sanabria planteó que en otros países sigue siendo una terapia muy aceptada por pacientes e incluso sistemas de salud que cubren sus costos.
Al finalizar el debate, Gabriela Delgado recordó que la obligación de la universidad es abrir este tipo de debates y, en el caso de los químicos farmacéuticos, velar por la calidad y seguridad de los productos farmacéuticos que llegan a los pacientes.