En la actualidad, los médicos deben pasar un año trabajando en un hospital rural del país, una vez que se reciben. También se plantea discutir cambios en la formación universitaria
Pablo Correa, El Espectador. En Bogotá, en un foro sobre el papel de los hospitales universitarios frente al nuevo modelo de salud, el viceministro de salud Fernando Ruiz propuso replantear una vieja costumbre en la formación médica del país: el año rural o servicio médico obligatorio.
“Hay que cambiar el año rural. No tiene sentido que un médico llegue a un pueblo y se vaya al año”, dijo el viceministro y explicó que muchos médicos jóvenes cumplen con el requisito de mala gana y además no se genera ningún arraigo con las poblaciones donde trabajan.
Aseguró que el gobierno ha comenzado a pensar en modelos y opciones que propicien la estabilidad y el arraigo de los médicos jóvenes en estas comunidades. Una de ellas son los incentivos para aquellos médicos que estén dispuestos a quedarse mas tiempo trabajando por una comunidad.
Julio Cesar Castellanos, director general del Hospital Universitario San Ignacio, planteó en el mismo foro que pensar en cambiar el currículum de las facultades de medicina puede tomar no menos de seis años mientras se diseña e implementa y dos cohortes de estudiantes mientras se concreta. “Tenemos que entrar a contribuir lo más pronto posible”, comentó Castellanos. El médico recordó el caso de la Universidad de La Florida, Estados Unidos, en la que a los estudiantes de medicina desde el segundo año se les asigna un grupo de familias a las que deben hacer seguimiento a lo largo de toda su carrera. Es un experimento que ha dado buenos resultados al cultivar en los estudiantes la necesidad de una medicina preventiva.
En los próximos años Colombia necesitaría más de 50.000 médicos familiares. Formar médicos con énfasis en este tipo de medicina será un enorme reto. Los directivos de varias instituciones debatieron sobre la posibilidad de formar a los médicos generales en medicina familiar o especializaciones más cortas en medicina familiar.
En Colombia existen cerca de 60 facultades de medicina y sólo 9 instituciones reconocidas como hospitales universitarios. “Muchos hospitales están formando médicos pero tienen mala gestión, rezagos tecnológicos y falta de talento humano”, recordó el ministro de salud Alejandro Gaviria durante el foro. También señaló que el 35% de los programas de especialización obligan a sus estudiantes a realizar prácticas en cinco a ocho escenarios institucionales distintos. “Algo está pasando ahí. Esto nos preocupa”, apuntó Gaviria.
El ministro también señaló como un problema la concentración de capital humano en unas pocas ciudades. En el caso de los urólogos, por ejemplo, el 50% de ellos están concentrados en Bogotá.
Entre los problemas de la formación médica en el país, los panelistas también discutieron sobre el “currículum oculto”. Todos coincidieron en que una cosa se dice en el papel y otra distinta la que se enseña en los pasillos de los hospitales. “Debería reducirse esa brecha y hacer un currículo real”, apuntó Germán Gamarra, de la Acadamia Nacional de Medicina.