Pruebas científicas pueden habernos encontrado una coartada para comer helado sin remordimientos de conciencia: consumirlos puede hacerte más inteligente.

 

Esa es la conclusión a la que ha llegado un estudio hecho por Yoshihiko Koga, un profesor de la Universidad Kyorin de Tokio (Japón), según publica el medio Excite.

 

Koga realizó un experimento que consistía en darle tres cucharadas de helado a diversos sujetos nada más comenzar el día, para después hacerles completar varios ejercicios de destreza mental.

 

Sorprendentemente, la investigación halló que aquellos que habían comido helado reaccionaban con más rapidez y procesaban la información mejor que los que no habían comido nada, según se hace eco de la noticia el diario ABC.

 

La actividad cerebral de los participantes en el experimento también fue medida durante las pruebas y las conclusiones fueron similares: los que habían comido helado emitían más ondas alfa, normalmente asociadas con la concentración, la relajación y la coordinación mental.

 

Una de las tesis del profesor Koga es que tal vez estos efectos se produjeran por el frío del helado, que al contactar con el organismo podría despertar con más rapidez a los sujetos. Para comprobarlo, incluyó a un grupo al que le daría un vaso de agua fría en vez de las tres cucharadas de helado.

 

Sin embargo, los resultados no fueron los mismos: los que habían tomado helado superaban a los que habían tomado el agua fría, que tenían mejores resultados que los que no habían comido pero peores que los del helado.

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