Son ellos quienes conocen más las necesidades y soluciones de la compañía.

En un mundo lleno de cambios constantes, producto de la tecnología y de los procesos digitales que están presentes en el día a día, las empresas están obligadas a explorar alternativas diferentes y productos nuevos que mantengan el interés de su público y clientes.

Se trata de una etapa que incluye varios retos; el más importante; encontrar las mejores formas de innovar. No es necesario llamar a consultores para descubrir los puntos de mejora: en realidad, la principal fuente de innovación de las empresas viene de sus propios colaboradores. 

“Ellos están día a día viviendo en los procedimientos y funciones de una empresa y saben perfectamente cómo mejorarlos”, afirma Andrés Gómez, presidente del Directorio de Mandomedio Latam.

En ese sentido, brinda las siguientes recomendaciones:

1. Todos para todos

Una buena práctica para transformar la empresa es la creación de un Comité de innovación, integrado por colaboradores y cuya misión será rescatar esas ideas que surgen en el día a día, durante la ejecución de sus actividades.

Este trabajo colaborativo permitirá que algunas propuestas se conviertan en una mejora, pero otras podrían significar una gran idea que permitan la aparición de productos y servicios nuevos.

2. Diferentes miradas en una sola visión

Para que el comité tenga más éxito, es necesario considerar a colaboradores con perfiles muy diversos: especialidad, responsabilidades, edad, etc. 

“Dada la era en la que estamos, es fundamental contar con participantes que sean nativos digitales, es decir, que su mente esté habituada a buscar soluciones de este tipo. Así podrán dialogar con gente de experiencia en ciertos procesos, que desde su sabiduría práctica pueden identificar aspectos claves que en la innovación de un producto o servicio no se pueden perder”, afirma Gómez.

3. La comunicación como primer gran paso

Las innovaciones no funcionarán si es que no se realiza un adecuado trabajo de comunicación interna, que permita difundir de forma adecuada los cambios acordados. Sin embargo, es necesario considerar que, si las innovaciones parten del equipo, cuentan con la fuerza necesaria para convencer. “Siempre hay una resistencia al cambio, pero esta resistencia es menor cuando se entiende el propósito de lo que se está haciendo”, señala el especialista.

4. Reforzando el vínculo con el colaborador 

Finalmente, es importante resaltar que el proceso de innovación no es exclusivo de una empresa grande.

De hecho, el comité resulta muy motivante para los colaboradores, debido a que es una instancia en la que son escuchados y pueden aportar más allá de sus funciones diarias. Ello reforzará el sentimiento de pertenencia y de vinculación con la empresa.

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