Expertos internacionales explicaron cómo desarrollar esta filosofía emprendedora.
Wikipedia es un famoso caso de éxito de inteligencia colectiva que se construye a partir de los aportes colectivos de los usuarios, pero llegar allí no se logra de la noche a la mañana.
“Hay que cambiar la forma de pensar de la gente, pasar de un modelo competitivo a uno cooperativo donde se conectan las inteligencias para buscar un ganar-ganar. Para esto, hay que cambiar la mentalidad de todos, buscar sistemas de participación y liderazgo”, explicó al respecto el español, Juan Ferrer, consultor, formador y coach ejecutivo.
El couch enfatizó en la necesidad de erradicar el victimismo de la sociedad con el liderazgo individual y el aporte de cada persona: “he estado en zonas pobres y existe el mismo victimismo que te puedes encontrar en una zona comercial. Por eso hay que educar a las personas para que no piensen que alguien me tiene que resolver algo sino en qué he hecho yo para resolverlo. Es cuestión de mentalidad”.
Ferrer, quien en compañía de otros expertos participó recientemente en el II Congreso Nacional de Iniciativas Clúster que se realizó en Barranquilla, agregó que “el reto es buscar el pegamento para que esa gente una sus voluntades y valores. A partir de allí se va construyendo, no solo una inteligencia colectiva, también una responsabilidad y un liderazgo colectivo”.
Experiencias en los clústeres
Es bueno recordar que la definición más conocida y extendida del término clúster es la de Michael Porter, director del Instituto para la Estrategia y Competitividad de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, quien aseguró que se trata de “una agrupación de empresas o instituciones relacionadas entre sí, pertenecientes a un mismo sector o segmento de mercado, que se encuentran próximas geográficamente y que colaboran para ser más competitivas”.
Sin embargo, la agremiación no garantiza la fuerza, si no hay una auténtica disposición para trabajar en equipo, como ocurre con la exitosa experiencia de Brainport Eindhoven, un reconocido clúster de tecnología en el sur de Europa, localizado en los Países Bajos.
“Primero que todo, no queríamos llegar a ser exitosos como agrupación. Los clústeres comenzaron a crecer por sí mismos. Si las compañías quieren colaborar, hacer cosas juntos y facilitar eso, entonces tienes un punto de inicio”, destacó Frank Eetgerink, consultor independiente en Brainport Eindhoven.
Y señaló que esto no se logra de la noche a la mañana, repitiendo ejemplos: “No se trata únicamente de copiar y pegar algo mecánicamente a ver qué pasa. Todos quieren llegar a serSilicon Valley pero no pueden copiarlo, sería imposible. Deben ver cómo funcionan las dinámicas detrás de estos referentes y tratar de usarlos de manera favorable para el caso de Colombia”.
Competir con calidad
Entre tanto, Roger Yllia, jefe de Cambio Estratégico y Clúster Manager Textil y Náutico de Cataluña, España, apuntó hacia el factor económico de las organizaciones como un elemento de éxito, a propósito de la situación que afronta el sector de confecciones y textiles en Colombia, que se ve afectado por la importación desde países como China.
“Debemos ser competitivos, sin duda. A primera vista yo no intentaría luchar por precio porque creo que tendríamos una guerra perdida y siempre habrá alguien que fabricará a un precio mejor… Creo que debemos buscar valor añadido en diseño, tendencias, marca, abriendo tiendas, siendo mucho más próximos con el cliente, sorprendiéndole, que cada vez que vaya a nuestras tiendas vea un producto distinto”, destacó Yllia.
Igualmente, llamó la atención sobre la utilización de las redes sociales como fuente de consulta para conocer los gustos de los consumidores y aprovechar la proximidad de los puntos de fabricación del país, en relación con el trámite, tiempo y distancia que les toma llegar a los productos provenientes de otras naciones.
FOTO: PEXELS.COM