En el mundo laboral actual han pasado a la historia tres paradigmas fundamentales que eran los pilares del desarrollo profesional.
Han pasado ya 18 años desde la publicación del libro Managing Oneself, en el cual el célebre gurú austriaco de la administración Peter Drucker nos plantea los retos que la sociedad de la información presenta al trabajador del conocimiento. La aparición de oportunidades de trabajo, pocas veces vistas antes tanto en cantidad como en calidad, marcaron un punto de quiebre en la aplicación de prácticas de reclutamiento y selección por parte de las empresas y en las estrategias de búsqueda de trabajo por parte de las personas. El talento, la ambición y especialmente la habilidad para planificar y administrar las carreras marcan desde entonces la diferencia en la gestión exitosa de la vida laboral.
Si bien la primera década de este siglo fue sumamente positiva para el empleo gracias a las enormes oportunidades que ofrecieron los mercados de trabajo, las cosas han cambiado en los últimos años. Hoy vivimos un período diferente, menos boyante, con oportunidades ya no tan abundantes, pero tampoco escasas para quienes tienen la capacidad de entender el cambiante escenario, buscar y encontrar rutas que les permitan continuar su trayectoria, aquellos profesionales y técnicos capaces de planificar su carrera y llegar a gobernarla.
Fijando objetivos
En el mundo laboral actual han pasado a la historia tres paradigmas fundamentales que eran los pilares del desarrollo profesional: la permanencia prolongada en una empresa y el empleo de por vida; la responsabilidad de la organización en el desarrollo de las carreras; y, por último, la linealidad de las mismas. Para enfrentar el nuevo contexto de manera efectiva, es vital definir el objetivo que se desea alcanzar en el ámbito laboral. Una visión que permita diseñar un plan de vuelo contextualizado según la etapa de vida personal y profesional actual para proyectar los siguientes movimientos, racionalizar esfuerzos, desarrollar competencias y aprovechar oportunidades que permitan acercarse al objetivo deseado.
Administrando tu carrera
Se trata pues de un esfuerzo permanente, un monitoreo que permite realizar los ajustes pertinentes para mantener la flexibilidad y adaptarse al entorno, siguiendo la dirección correcta que nos acerque a nuestro objetivo. Asumir la responsabilidad del propio desarrollo implica administrar una "carrera proteica", en la cual se toman decisiones de acuerdo con el plan, descubriendo las características que hacen de nuestra marca personal reflejo de aquello que somos y que el mercado aprecia, formateando permanentemente nuestro perfil para hacer sostenible nuestra empleabilidad. Alimentar y fortalecer nuestra carrera en entornos globalizados en los cuales la tecnología facilita la movilidad, genera la necesidad de conceptualizar nuestra trayectoria profesional más allá de las fronteras que hasta hace poco definían campos de expertise rígidos y limitaciones geográficas.
Si bien estos conceptos resultan coherentes, cabe destacar que la autogestión de la carrera es una práctica aún no muy difundida, al menos como disciplina de vida. Probablemente sean los millennials aquellos que han percibido con mayor facilidad la necesidad de un cambio de chip para poder compatibilizar los diversos aspectos de su vida y alcanzar el ansiado equilibrio entre la vida personal y profesional.
Las generaciones anteriores no tuvieron la necesidad de desplegar mayores esfuerzos de planificación, sus movimientos y trayectoria profesional seguían un ritmo y cadencia diferente en contextos de mayor estabilidad. A ellas les corresponde hoy procesar rápidamente los nuevos paradigmas y reconvertirse sobre la marcha para descubrir nuevas oportunidades en mercados que pueden resultarles adversos.
Asumir una actitud proactiva respecto a la carrera es la única opción. Hacerse responsable, elegir, tener un fin en mente y priorizar para poder diseñar y ejecutar efectivamente un plan en el marco de una vida equilibrada. Y tú, ¿ya empezaste?
**Texto escrito por Rosana Vargas Masías para el blog Conexión ESAN. Vargas es Magíster en Administración de Negocios. Especialización en Recursos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú. También es profesora del programa de Especialización para Ejecutivos de ESAN**
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