A juicio de un especialista, lo importante es atenderlo de manera oportuna, con el fin de prevenir complicaciones más graves.
No estresarse por el trabajo, preocupaciones o cualquier situación es imposible. Sin embargo, para evitar dolencias es esencial controlarlo.
El cuerpo humano naturalmente tiene esas reacciones generadas por condiciones mentales y emocionales que con el tiempo producen desgaste hasta el punto de contraer enfermedades de índole cardíaca, cerebrovascular, hepática, intestinal y digestivas.
Frente a esto, según Gregory Celis, médico de Laboratorios Bagó del Ecuador, no prestarle atención a nuestras emociones es de gran riesgo.
Recomienda estar alerta si tiene depresión, ansiedad, irritabilidad, nerviosismo y confusión. Asimismo, si presenta sudoración excesiva, taquicardia, hormigueo en las extremidades y sensación de vacío en el estómago.
A continuación algunas recomendaciones para detectar y prevenir a tiempo posibles consecuencias para la salud.
¿Cómo detectarlo?
Si su organismo empieza a experimentar varias reacciones como: producción de jugos gástricos, incremento del flujo sanguíneo, pérdida o aumento de apetito y desaprovechamiento de nutrientes es el inicio de una posible grave dolencia.
La indisposición si no es tratada a tiempo puede desarrollarse y se manifiesta con: inflamación del estómago, cólicos acompañados de náuseas, diarrea, acidez, estreñimiento, ruidos intestinales o flatulencias y problemas de gastritis o colon irritable.
¿Qué hacer?
Para el especialista, en la actualidad los trastornos funcionales por el estrés son más frecuentes y lo importante es atenderlos de manera oportuna, con el fin de prevenir complicaciones más graves. Si usted ya las presenta lo ideal es ir al médico más cercano a su domicilio o de su confianza, pero si está experimentando las primeras reacciones, sepa cómo evitar mayores efectos.
Es esencial aplicar los siguientes hábitos:
1. Alimentarse de manera correcta: controlar el consumo compulsivo de alimentos o evitar períodos largos sin ingerir alimentos. Además, disminuir la cantidad de azúcares en la dieta diaria; así como grasas, cafeína y alcohol.
2. Realizar actividad física: ejercitarse ayudará a aliviar la ansiedad y por ende a favorecer el tránsito intestinal.
3. Practicar técnicas de relajación: realizar yoga, meditación, relajación muscular, ejercicios de respiración profunda alivian la tensión generada sobre el sistema nervioso.
4. Organizar de manera más eficiente el tiempo: es importante dejar de lado las cosas que quitan tiempo y establecer prioridades para cumplirlas en el plazo adecuado.