Por eso, las empresas cada vez más están en busca de soluciones para reducir el famoso estrés de fin de año que padecen sus funcionarios.
El final de año se aproxima. Se acercan las reuniones familiares y entre amigos, las personas están más felices, ¿cierto? ¡Equivocado! Recientes investigaciones muestran que 70% de los trabajadores brasileños tienden a quedar más estresados a fin de año. El motivo de ese resultado son las temidas metas y balances que hacen las empresas al finalizar el año, periodo en el cual se evalúa lo que está faltando para lograr los objetivos y, claro, terminar de manera positiva el año.
El estrés laboral, en el mundo entero, genera costos astronómicos para las empresas. En Canadá, la cuenta anual pasa de US$14 mil millones en 2001; en Europa, 20 mil millones de euros, en 2005; en Estados Unidos, US$ 300 mil millones, de acuerdo a cifras de 2004 del American Institute of Stress. Miles de millones de recursos pérdidos utilizados para corregir los problemas de la baja de productividad. Es decir, es un impacto económico de desarrollo financiero, social y humano. En promedio, 30% son costos médicos y 70% costos de efectos en la productividad. En Brasil, se estima que los costos estén en torno al 3,5 del PIB.
El estrés laboral, en el mundo entero, genera costos astronómicos para las empresas
“El estrés lacoral es un asunto serio, principalmente por tratarse de seres humanos, de productividad, de costos para las empresas y de impactos en la sociedad. Los llamados factores de estrés son muchos: trabajos nocturnos; carga excesiva de trabajo; largas jornadas; exceso de responsabilidades; exceso de demanda de trabajos repetitivos; falta de igualdad; jerarquía rígida, represiva o autoritaria; relaciones tensas; falta de autonomía; conflicto de roles; políticas y valores que pueden ser discriminatorios o confusos; y muchos más", dice Daniele Kallas, directora de proyectos y promoción de la salud CGP Brasil.
Por eso, las empresas cada vez más están en busca de soluciones para reducir el famoso estrés de fin de año que padecen sus funcionarios. “Las compañías ahora necesitan estar atentas de sus trabajadores y ofrecer condiciones para que el estrés no sea parte de sus vidas personales y profesionales”, comenta Kallas. Ella continúa, ofreciendo alternativas. “Por medio de programas antiestrés, podemos contemplar el fomento de la actividad física, prácticas meditativas, ejercicios de respiración y de relajamiento, que de hecho alivian ese estés”, comenta.
Por eso, las empresas cada vez más están en busca de soluciones para reducir el famoso estrés de fin de año que padecen sus funcionarios
La situación es grave, real y creciente. Con la globalización, el mercado es cada vez más competitivo y en la era de la información, las empresas tienen que producir más, tener más retorno, con más agilidad e innovación. La presión se pasa de forma automática a los trabajadores. Entonces comienza la espiral ascendente de desgaste, una carga para la salud, que viene con costos humanos, empresariales y sociales. "El mantenimiento de una política de recursos humanos que valora el desarrollo humano de forma continua es una excelente manera, no sólo en relación con el estrés de final de año. También es de mucho valor la formación y la preparación de líderes capaces de cuidar de las personas, no sólo para que se logren los objetivos y haya un buen rendimiento. Invertir en programas de prevención que aseguren el máximo retorno sobre las inversiones en salud y el bienestar de los funcionarios", concluye Daniele.
