Los ETF o exchange trade funds son vehículos de inversión que cotizan en bolsa y tienen como objetivo replicar el rendimiento de un determinado índice pudiendo ser comprados como cualquier otra acción.
Desde su nacimiento a principios de los 90, la industria de ETF ha mostrado un crecimiento vertiginoso siendo actualmente de alrededor de US$ 10 billones (¡un 10 con doce ceros!) y con tendencia de seguir creciendo a ritmos elevados en los siguientes años.
Un vehículo singular
Los ETF tienen atributos que los hacen especiales, únicos, siendo apreciados por inversionistas de todo tipo. La posibilidad de diversificación inmediata, bajos costos, eficiencia tributaria, liquidez, y transparencia, los más importantes. Y bueno… ¿para qué son utilizados? Las razones principales según los propios inversionistas son: i) Permitir exposición (core allocation) a una clase de activo, por ejemplo, ganar exposición al mercado accionario de Estados Undos (ej. SPY) o Perú (ej. ETFPERUD); ii) realizar ajustes estratégicos a un portafolio como sobreponderar o subponderar según una visión de mercado (al ser instrumentos listados se facilita mucho esta tarea); y, iii) para rebalanceo.
¿Cómo compararlos?
Luego de elegida la diversificación deseada, la pregunta que cae de madura es… ¿cómo escoger si hay muchos ETF que prometen lo mismo? (por ejemplo, hay cientos que brindan exposición al S&P500).
El aspecto más importante a demandar es ¿el fondo hace lo que promete? Para ello buscaremos aquellos que replican al índice lo más cercanamente posible, con costos competitivos y de forma eficiente para el inversionista. ¿Y bueno, qué mirar entonces? Empezar con el nivel de gastos y comisiones totales del fondo, medida por el total expense ratio, (típicamente menor a 1% pero varía según tipo activo/región) entre menor sea, tanto mejor. Otro punto, quizás el más importante a monitorear es el tracking error (desviación estándar de la diferencia de retornos del ETF vs índice), que indica por cuanto el retorno del ETF se desvía respecto del retorno del índice. Un menor tracking error (ej. 0,20%) indica que el retorno del ETF es muy cercano al del índice.
Al ser un índice una construcción matemática y un ETF un vehículo financiero real sujeto a una operativa más compleja (posiciones de caja, comisiones del producto, liquidez de los subyacentes, fees de los brokers, etc) jamás podrá replicar perfectamente a un índice, aunque si puedo hacerlo de una forma bastante cercana.
Adicionalmente, esta medida es influenciada por los rebalanceos periódicos de los índices, las habilidades del gestor y la volatilidad del mercado. Los fondos con menor tracking error habrán hecho un mejor trabajo -¡recordar que es su principal promesa!- otorgando al inversionista lo que busca, el retorno del índice.
Armando un portafolio de ETF
A partir de un conjunto de ETF cualquier inversionista podría armar un portafolio diversificado (ej. renta fija, renta variable, commodities y activos reales) de forma rápida y poco costosa. Siendo la selección de la clase de activos la principal fuente de retornos (y no la selección de papeles individuales), estos pueden ser utilizados como builiding blocks para amar portafolios.
El mercado, siempre el mercado
Por último y no menos importante, hay que estar muy atentos a los desarrollos de los mercados (este año ha sido particularmente complejo para la mayoría de los activos), que nos proporcionan información clave para rebalanceos tácticos (seis a 12 meses) de nuestros portafolios y poder navegar mejor cada ciclo. ¿Y ustedes cómo utilizan los ETF?