Representan la voz de la empresa y pueden estar dentro o fuera de la compañía.
No es difícil identificarlos. En varios casos, cuando una empresa atraviesa un momento complicado, ya sea por fallas en servicios o productos, o si se desea dar a conocer nueva información, es un vocero quien se enfrenta a los medios de comunicación y habla en nombre de la compañía.
Con los años se han ido profesionalizando de la mano de grandes compañías que se han encargado de tomar en serio su trabajo. Y además de su creciente importancia dentro de las organizaciones, se han sumado una serie de requisitos para realizar estas funciones. Todo esto ha generado que sean actualmente una personalidad reconocible a nivel público.
Hay que tener en consideración que para una empresa es vital definir la voz de la empresa, que permita relacionarse con el entorno de forma activa y clara. Se trata de tener un canal de comunicación hacia el exterior y lograr así una posición en el contexto del rubro de la empresa. De acuerdo con Javier Krawicki, socio fundador de Tu Primera Pega, “este tiene un objetivo claro y conciso: transmitir nuestros valores, cultura, y mensajes los cuales querramos transmitir”. Es quien defiende y proteje la marca frente a la opinión pública, por eso “cada vez que un vocero transmite un mensaje, construye o destruye confianza y reputación de la organización a la cual representa”, agrega Krawicki.
Para Patricia Jirikils, directora ejecutiva de HRTools Chile, si el vocero logra darle el carácter y proyectar la visión de una organización hacia su exterior, se logrará posicionamiento y expansión de una marca y una misión institucional.
Carismáticos y respaldados por la compañía
Pero para que el mensaje sea efectivo, es crucial tener a la persona adecuada. Para esto es fundamental elegir con pinzas y jamás a la ligera, a través de un proceso de selección que permita dar con el perfil, buscando dentro y fuera de la compañía.
Y aunque cuando se busca por fuera de la firma, se hace generalmente mediante redes sociales y portales de empleo, es vital, dice Jirikils, preguntarse qué se espera de ese puesto, qué debe hacer esa persona y de qué manera.
Sobre cómo debe ser este vocero, Jirikils dice que tiene que tener estilo comportamental, inteligencia emocional y habilidades de expresión en público. Krawicki asegura que el vocero debe ser carismático, con vocación comunicacional, con la habilidad de tener siempre la respuesta acorde para una pregunta desafiante.
El elegido, entonces, pasa generalmente a ser parte de la alta gerencia. Esta posición, dice Isaías Sharon, director ejecutivo de Smart Coach, se debe a que “deben tener una visión amplia de ésta y contar con el respaldo institucional para poder hablar de ésta de forma validada”.
Sharon complementa que algunas veces se trata de personas que ya fueron voceros en otras compañías de similar perfil o profesionales que se encuentran validados por su labor ejecutiva en compañías en que tuvieron que enfrentar el manejo de medios y resolución de crisis. Esto les valida su experiencia como buenos candidatos para asumir una vocería.
Todo esto acompañado del entrenamiento casi indispensable al que deben someterse los voceros. Acciones que se encargan de mejorar habilidades y potenciar aspectos comunicaciones e inteligencia emocional. Tanto Sharon como Krawicki coinciden en que se les capacita en manejo de cámaras y temas relacionados con los medios de comunicación masiva.