Comúnmente, buscar síntomas en Internet puede llevar a los pacientes a diagnósticos más graves de los reales.
¿Cuántas personas utilizan el internet para buscar el término “dolor de cabeza, garganta o estomacal”? El problema es que la red entrega, para el primer caso, más de 1,6 millones de resultados en menos de un segundo, lo que puede provocar desinformación y más allá de eso, un nuevo comportamiento llamado cibercondría o hipocondría digital.
En México, 14 de cada 100 personas han pasado por un proceso de somatización alguna vez en su vida, así lo confirmaba el año pasado Alfredo Whaley Sánchez, Coordinador de la Clínica de Género y Sexualidad del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz. Él señalaba además, que esta cifra es similar a la prevalencia de quienes padecen trastornos de ansiedad y aunque no se tienen estadísticas sobre cuántos de ellos acudieron a la web, los especialistas han encontrado una gran tendencia a consultar sin bases científicas y médicas a través de esta plataforma.
La persona con cibercondría asocia molestias leves o que no revisten gravedad, por ejemplo un dolor de cabeza ocasional, a una enfermedad grave, como un tumor cerebral, sólo porque ha leído en Internet que sufrir cefaleas es uno de los síntomas delos tumores cerebrales. “Lo más peligroso es que se llegue a una automedicación que puede provocar un problema de salud real y se crea que en realidad sí se tenía la enfermedad”, explica Mariana Villafuerte, psicoterapeuta y miembro de la Sociedad Psicoanalítica de México.
Dijo que el término cibercondría: “se trata de un neologismo que aún no se encuentra en los tratados psiquiátricos, pero es una clasificación de lo que está sucediendo con las nuevas tecnologías y que explica esta tendencia a interpretar algunas sensaciones del cuerpo que podrían parecer inocuas o inofensivas. Aunque las toma como indicativo de que padece o va a padecer una enfermedad grave, lo que provoca un aumento en la ansiedad del individuo por la interpretación subjetiva, estamos ante una confirmación falsa”.
Este fenómeno está generando preocupación en la comunidad sanitaria, pues si bien la tendencia a creer que se sufre de enfermedades no es nueva, antes las personas se basaban en medios a los que el acceso no era tan masivo como los sitios web. Hoy este comportamiento hace pensar a las personas que tienen una o más enfermedades, a partir de evidencias en internet “muy débiles, ambiguas o totalmente imaginarias”.
La especialista en trastornos psicológicos agregó que con tanto acceso a la información y desde cualquier dispositivo, a veces no se cuenta con la habilidad de discernir, “pueden ser fake news, pero también información muy especializada que no se sabe interpretar”, por lo que también pidió a la industria farmacéutica y áreas especializadas, tener en cuenta que no sólo los especialistas leen la información.
La hipocondría, es un trastorno que se clasifica dentro de los somatomorfos, que tienen que ver con la percepción corporal y en muchos casos se asocia a trastornos de ansiedad o depresivos. Por lo general estás historias van acompañadas de falta de atención, abandono o cercanía de alguna persona que tuvo algún trastorno o enfermedad terminal o crónica, de ahí la necesidad de control de que nunca le suceda al individuo.
La especialistas concluyó que la información está ahí y es importante, pero hay que saber hasta qué punto es necesario acudir con el especialista y realizar un verdadero diagnóstico; incluso estos trastornos deben ir acompañados de una terapia psicoanalítica para encontrar el origen de esta condición y volver a conectar con su cuerpo.
El internet como una herramienta útil de salud
La tendencia a utilizar el internet es evidente y no parece que esto se vaya a detener, si bien la tecnología puede ser una herramienta, si esta no cuenta con la guía adecuada, información, suplementos y especialistas, termina convirtiéndose en un problema.
Por otro lado, la tecnología también se presta para las soluciones exponenciales, es por eso que en medio de esta coyuntura se está buscando la profesionalización con sitios más seguros. Es el caso de 1doc3 una multiplataforma que permite consultar dudas médicas desde una app. De igual manera proporciona tips de acuerdo a las preguntas más consultadas con el objetivo de mantener informados a los internautas en materia de salud.
Juan Camilo Garay, Country Manager de 1DOC3, explica que se trata de una plataforma gratuita donde a través de internet y con una suscripción con un correo electrónico, se pueden hacer preguntas de salud, pero contar con profesionales médicos es la piedra angular de esta plataforma. “Vimos la necesidad de la gente por responder sus preguntas sobre salud, pero también la cantidad de mala información que se puede conseguir, por ello, en esta plataforma las preguntas van para especialistas médicos que responden y orientan en un tiempo de una a dos horas”.
Dijo que se reciben preguntas de todo tipo, también desinhibe las dudas que normalmente no llegan a los consultorios por pena, esto también ayuda a los doctores a conocer a fondo a sus pacientes; algunas que sólo son inquietudes y se resuelven con orientación (nunca se prescribe un medicamento o se da un diagnóstico), cosa que también ayuda al sistema de salud a liberar la carga de trabajo ante este tipo de consultas, sin embargo a preguntas de alguna especialidad médica inmediatamente se le recomienda ir al médico especializado o tratante”.
De 2014 hasta hoy, se han dado más de 44 millones de orientaciones en todo el mundo a través de esta plataforma, más de 12 millones corresponden a México.
Al mismo tiempo se pretende que esta información sea analizada y de valor para los tomadores de decisiones, ya sean farmacéuticas, aseguradoras, instituciones de gobierno y en general los encargados de la salud. En esta cadena, los médicos también tienen cabida, pues de acuerdo a Garay, a la fecha ellos ven muy positiva la exposición digital. Incluso lo asumen como una consolidación de su reputación, por lo que también está abierta para los médicos que quieran participar, ellos reciben una capacitación sobre editorial y lenguaje que se debe usar para internet, además de su pago por las consultas y la publicación de su perfil.