Puede ser una gran molestia, pero existen algunas técnicas que te ayudarán a volver a dormir, aún en esos momentos que parece ya imposible.
A todos nos sucede, de vez en cuando, que despertamos en la mitad de la noche y después no podemos volver a quedarnos dormidos, lo cual es especialmente molesto si a la mañana siguiente tenemos que levantarnos temprano.
Afortunadamente, hay algunos trucos que puedes probar para que no se arruine tu descanso nocturno y puedas volver al sueño con rapidez. Aquí te damos ideas.
1- Levántate y haz algo
Si despiertas y no puedes volver a dormir después de 20 minutos, Harneet Walia, médico de la clínica estadounidense Cleveland, recomienda levantarse y hacer algo fuera del dormitorio, hasta que regrese el sueño.
“No pierdas tiempo en la cama tratando de dormirte. Probablemente comenzarás a preocuparte y entonces podrías asociar tu dormitorio con un mal descanso”, aconseja.
2- Relaja tu cuerpo
Otra medida que sugiere Walia es relajar todo el cuerpo de a poco, comenzando por los dedos de tus pies hasta llegar a tu frente: tensa cada grupo muscular durante 5 segundos, luego suéltalo y continúa con el siguiente.
3- Mantén las luces bajas
Si durante la noche te levantas al baño, a tomar agua o algo similar, intenta mantener las luces bajas, porque demasiada iluminación ocasiona que nuestro cuerpo crea que ya es de día y se ponga en estado de alerta, explica el portal de salud WebMD.
Preocúpate de lo mismo si no puedes dormir y vas a realizar otra actividad para que te dé sueño, como leer, y de preferencia evita los dispositivos electrónicos.
4- Registra tus hábitos de sueño
Si tienes problemas para dormir con frecuencia, una medida que puede ayudarte a prevenirlos es mantener una libreta donde anotes todos tus hábitos del sueño. De esta forma, será más fácil identificar algún patrón que pueda ser el detonante de tu insomnio.
Por ejemplo, WebMD aconseja registrar cuánta cafeína y/o alcohol consumiste durante el día, al igual que las veces que despertaste durante la noche, y así podrás ver si existe un vínculo entre ambas cosas.
Por otra parte, si tus problemas para dormir persisten pese a tomar medidas al respecto, o se agravan, tal vez sean un síntoma de otra patología, así que te recomendamos visitar un médico.