A través de sus valores, creencias y lineamientos, una empresa pavimenta el camino para llegar a sus metas y objetivos estratégicos.
La cultura empresarial está firmemente ligada a su desempeño y crecimiento, y el trabajo que se realice en está área se reflejará directamente en los resultados de la compañía.
A través de sus valores, creencias y lineamientos, una empresa pavimenta el camino para llegar a sus metas y objetivos estratégicos.
Algunas compañías copian los valores de otras organizaciones, pero esto no debe ser así, se requiere que las empresas trabajen para descubrir los valores que quieren para su organización.
“Lo primero que tendrías que hacer es, de una manera auténtica y genuina, descubrir cuáles son los valores que tienes para trabajar sobre esa base”, afirmó Jorge González Gasque, director general de G2 Consultores.
Se requiere preguntarse qué tan dispuesto estás a desarrollar a la gente e invertir en su capacitación y a mejorar su nivel salarial conforme logre nuevas cosas, estas interrogantes ayudarán a generar una cultura.
Idealmente, la empresa debería tener una cultura de meritocracia, basada en una dinámica de precisar, enseñar, medir, y generar consecuencias al trabajo del equipo, ya sean premios o castigos. Con el tiempo, estos elementos se irán arraigando en la mentalidad de trabajo de los empleados.
Estos son algunos consejos que puedes tomar en cuenta para cristalizar una cultura organizacional orientada a resultados:
1. Sé creativo con los incentivos
Los incentivos económicos pueden tener mucho valor, ya sea en forma de bonos de rendimiento o a través de ascensos; sin embargo, aunque el dinero es importante, los incentivos también pueden venir en forma de reconocimientos.
“Hay empresas que manejan premiaciones anuales a los equipos que más venden o los proyectos más significativos, y muchas veces estos premios son incentivos más poderosos que el dinero para generar competencia”, dijo González Gasque.
2. Recuerda que castigar también es importante
Tan importante como premiar es castigar. “Si vives en un ambiente en donde ves que tu compañero se la pasa perdiendo el tiempo, organizando quinielas o vendiendo por catálogo en la oficina, y no hay consecuencias ante eso, entonces la motivación baja”, advirtió González Gasque.
Aunque muchos emprendedores son renuentes a castigar, la realidad es que se trata de algo necesario para limpiar a la organización.
De hecho, el empresario y escritor Jack Welch manejaba una estricta política de castigo llamada “la regla de 10”.Mientras dirigía General Electric, Welch pugnaba por despedir10% de los empleados que habían tenido el peor rendimiento durante el año.
Y aunque dichas medidas pueden ser consideradas extremas, sobre todo en organizaciones pequeñas, debe tomarse en cuenta que el rendimiento de los empleados es importante, y deben implementarse incentivos para mantener la calidad de la organización.
3. Recluta talento y hazlo preventivamente
Parte de la cultura organizacional debería contemplar reclutar al mejor talento, así como encontrar maneras de incentivarlos para producir un mejor desempeño. Esta debería ser la prioridad de las empresas, pues es lo que hace la diferencia.
Otra buena práctica en materia de personal es reclutar preventivamente. La mayoría de las empresas reclutan cuando tienen vacantes, lo que significa que les urge cubrir el puesto lo más rápido posible. El efecto de esto es que se contrata apresuradamente, sin asegurarse que la calidad del nuevo empleado sea la requerida para el puesto.
“¿El Real Madrid contrató a Cristiano Ronaldo porque no tenía un extremo izquierdo?”, comparó González Gasque. “Como empresario también tienes que estar buscando al mejor talento, al talento que quieres y que mejora tu organización, no solamente cuando lo necesitas”, concluyó.