Frente a este contexto, esta decisión ha impulsado a las empresas a definir sus protocolos de bioseguridad, con la finalidad resguardar la salud de sus colaboradores.

Tras la promulgación de la cuarenta, el sistema de trabajo remoto se convirtió en la modalidad de empleo que permitió a los colaboradores continuar con sus gestiones desde casa, lo cual generaba sentido de seguridad y protección. Sin embargo, después de más de 100 días y tras finalizarse el tiempo de cuarentena, algunas de las empresas ya empezaron a retornar a sus oficinas.

Esta decisión, se ha convertido en un gran reto para las empresas al transmitir tranquilidad a sus trabajadores. Frente a este contexto, esta decisión ha impulsado a las empresas a definir sus protocolos de bioseguridad, con la finalidad resguardar la salud de sus colaboradores. Sin embargo, no toda la responsabilidad recae sobre las organizaciones. Cabe indicar que los colaboradores también cumplen un papel protagónico en la prevención del COVID-19, a través del cumplimiento de las medidas que se les extienden.

De este modo, Gonzalo Aravena, director de Proyectos de Hikvision, brinda algunas sugerencias para las organizaciones y colaboradores, a fin de preservar un retorno seguro.

Para las empresas:

1. Cultura de prevención: Anunciar por Incentiva desde el primer día una cultura de prevención (Estornudo de etiqueta- utilizando el antebrazo, lavado de manos, distanciamiento social, distinguir síntomas, etc.). 
2. Desinfección, protección y limpieza: Disponer en lugares estratégicos desinfectantes de manos, distribuidos en las diferentes áreas de la empresa. Además no olvidarse de los objetos y productos de primeros auxilios y equipos de protección personal.
3. Limpieza: Implementar un régimen de limpieza y desinfección para las diferentes áreas, maquinarias, objetos de oficinas, entre otros. Realizar este proceso antes que los colaboradores ingresan, hay intercambio de horario y al finalizar.
4. Mantener la distancia: Estructurar los espacios de trabajo respetando los dos a más metros de distancia, distribuir los horarios  de asistencia de los colaboradores y el teletrabajo. Asimismo, debe prestarse especial atención a los trabajadores que pertenecen a categorías de alto riesgo debido a su edad o a afecciones médicas preexistentes.
5. Tecnologías para la prevención: Las tecnologías sin contacto son una de las medidas que las empresas deben incorporar. A través de las innovaciones con reconocimiento facial, se puede permitir el acceso a las oficinas y no requieren de la huella digital. También existen cámaras termográficas para la detección de temperatura sobre la superficie de la piel y los controles de aforo, para contabilizar y medir la cantidad de personas que pueden acceder y permanecer en un determinado espacio

Para los colaboradores:

1. Implementos de seguridad: Los colaboradores deben utilizar permanentemente los implementos de seguridad respectivos y en buenas condiciones. Especialmente el uso de mascarillas.
2. Higiene: Realizar un lavado de manos frecuente por 20 segundos abundante agua y jabón. Además de llevar una continua desinfección y evitar tocarse la cara.
3. Síntomas: Los trabajadores que presenten tos, secreción nasal o malestares que se relacionen con el COVID-19, deberán reportar con anticipación a su jefe directo. Ante estas circunstancias, lo mejor es quedarse en casa, hasta descartar de un posible contagio y sobre todo solicitar la ayuda de un especialista y NO auto medicarse.
4. Distanciamiento y uso de utensilios: Evitar las aglomeraciones y respetar la distancia entre los colaboradores aproximadamente de 1 metro y medio. Especialmente a la hora de almuerzo. Además, se recomienda utilizar sus propios utensilios como vaso, taza, cubiertos, platos, etc.
5. Traslado hacia la oficina: Si se traslada en transporte público, siempre usar mascarilla y mantener distanciamiento con otras personas. Apenas llegue a su oficina seguir exhaustivamente el proceso de limpieza y desinfección.