Hay una serie de cambios acelerados que está viviendo nuestra sociedad y que están en estrecha relación con los saltos tecnológicos que se están dando.
Cada día vemos con más frecuencia, el surgimiento de términos y conceptos asociados a los avances y cambios tecnológicos. Rápidamente, palabras como automatización, inteligencia artificial, transformación digital, robotización o virtualización, han sido incorporadas al vocabulario cotidiano. Así, se da cuenta de la serie de acelerados cambios que está viviendo nuestra sociedad y que están en estrecha relación con los saltos tecnológicos que se están dando.
No cabe duda de que es apasionante pensar en cómo será el mundo en unos años o décadas más, sin embargo también puede ser atemorizante reflexionar sobre qué rol pueden jugar quienes no son nativos digitales o no están en la “cresta de la ola tecnológica”. Más aún, discernir acerca de cómo abordar este mar de tecnologías y desde dónde comenzar, puede ser angustiante.
Para Karina Pérez, directora de Robert Half en Chile, la parte más desafiante es que este proceso de cambios es irreversible, por lo tanto no existen muchas opciones, y hay que acomodar y buscar el lugar de cada uno en este nuevo entorno digital.
“La buena noticia es que sí hay lugar y necesidad de talento sénior y de habilidades humanas que la tecnología, al menos por ahora, no puede suplir. Por ende, ya tenemos una primera línea de trabajo; o dominamos y avanzamos con la tecnología o nos focalizamos en los aspectos que son complementarios y necesarios de proveer en estos entornos digitalizados”, señala la ejecutiva.
Desde el punto de vista laboral, por supuesto que la tecnología representa un desafío. Hay vasta literatura y estudios respecto a las áreas y tipos de labores que están en mayor riesgo de reemplazo por la automatización. Pero, al mismo tiempo, es evidente que se abren nuevas posibilidades de desarrollo profesional.
Un nuevo modelo de empleabilidad
Hay que ser conscientes de la necesidad de incorporar ciertas tecnologías a nuestra vida cotidiana y a nuestro desempeño laboral. De hecho, la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus ha forzado a muchos a adoptar nuevas formas de comunicarse, de colaborar en línea y de desarrollar sus tareas habituales.
A partir de lo anterior, la pregunta es obvia: ¿cuáles son las tecnologías o servicios tecnológicos que se deben dominar hoy? Por ello, desde Robert Half comparten tres áreas que consideran son la base para desenvolverse en este nuevo contexto del siglo XXI.
- Plataformas de comunicación. Whatsapp no es suficiente para mantener relaciones laborales productivas. Hay plataformas que ofrecen funciones mucho más apropiadas para el contexto laboral. Herramientas como Zoom, Webex, Teams o Meet, posibilitan compartir contenidos durante una videollamada, transferir archivos y añadir citas al calendario o agenda.
- Servicios de almacenamiento y colaboración cloud. Muy lejos han quedado esas salas o bodegas que poseían las empresas con servidores de archivos, donde se almacenaba la información, los sitios web e, incluso, se proveía el servicio de correo. Esa “intranet” hoy tiene usos muy acotados, porque hay gigantes informáticos que cuentan con robustas plataformas que permiten almacenamiento y procesamiento cloud, con lo cual podemos no solo acceder a los archivos desde cualquier dispositivo con internet, sino que además trabajarlos en línea y en forma colaborativa. En consecuencia, dominar plataformas como G-Suite (Google) o OneDrive es fundamental en la actualidad.
- Seguridad informática. La complejidad del mundo tecnológico implica que no podemos desconocer los riesgos a los que estamos expuestos. Ello es especialmente relevante cuando nuestras funciones implican trabajar con información sensible para nuestra organización. Por lo tanto, entender los riesgos a los que nos exponemos, cómo minimizarlos y cómo identificar potenciales amenazas para levantar alertas, son parte del “manual de cortapalos” de este nuevo entorno digital.
Por último, es muy importante asimilar la digitalización y adaptarse a un entorno que está cambiando y tendrá transformaciones aún más potentes. Entender los drivers que están moviendo al mundo en el ámbito tecnológico y las macrotendencias es lo básico para mantenerse vigentes en el siglo XXI. No se requiere ser programador, geek o early adopters de la tecnología, pero sí aceptar y aprender acerca de las cuestiones fundamentales en torno a estos cambios a todo nivel.