Entre las 11 de la mañana y las 16 es el momento del día que el sol provoca más daño.
El Observador | El verano es ideal para aprovechar las actividades al aire libre y para esto es fundamental tomar las precauciones para mantener la piel fuera de peligro.
La piel tiene memoria y el daño se acumula. Una piel que se broncea implica un daño y, aunque el tono vuelva a la normalidad, con el tiempo sus consecuencias empiezan a notarse. Por eso es importante protegerse, sobre todo a los niños pequeños, que además suelen estar más expuestos al sol. "Si los protegemos hoy, vamos a estar protegiendo su futuro", explicó a El Observador la doctora Caroline Agorio, presidenta de la Sociedad de Dermatología del Uruguay.
La especialista dio algunos consejos para poder disfrutar del verano y evitar los riesgos de exponerse inadecuadamente a los rayos del sol.
Entre las 11 de la mañana y las 16 horas es el momento del día que el sol provoca más daño. Sin embargo, la recomendación es evitar la exposición desde esa hora en la mañana hasta las 18.
En estas horas, lo ideal es buscar resguardo bajo la sombra o utilizar una sombrilla. También es recomendable el uso de sombreros de ala ancha, que son los que mejor protegen, o gorros visera, y lentes que cuiden la vista, dijo Agorio.
Para bajar a la playa es clave respetar el horario y el uso del protector. Los protectores solares para niños suelen ser más resistentes al agua y tienen componentes hipoalergénicos. Los bebés menores de seis meses no deben bajar a la playa ni aplicarles protectores solares. En cambio, los niños menores de dos años sí deben usar protector pero no es recomendable que se expongan antes de las seis de la tarde.
En cuanto a la elección del protector, la especialista recomendó utilizar un factor 30 o superior, tanto para niños como para adultos. Este indicador determina la protección que brinda un producto contra las radiaciones UVB. Por lo general suele estar especificado en el envase con las siglas FFP (o SFP en inglés). El factor 30 protege al cuerpo del 96% de las radiaciones, mientras que el factor 50 protege en 98%.
En verano hay que tener un cuidado especial con las manchas en la piel. Para las personas que de por sí tienen muchos lunares, la exposición solar trae más riesgo de desarrollar cáncer de piel del tipo melanoma.
Hay tres clases de cáncer de piel: basocelular (menos riesgosos), el espinocelular (intermedio) y el menos común pero más peligroso, el melanoma. Para quienes tienen pieles sensibles o con lunares, Caroline Agorio señaló la importancia de realizarse controles periódicos con su dermatólogo.