Puede ser difícil separar las cosas que desea de las que necesita. Las necesidades son esenciales para vivir y trabajar.
En su forma más simple, hacer un presupuesto es un problema de matemáticas elemental: Al restar sus gastos de sus ingresos al final del mes, el resultado debe ser más de cero.
Pero si usted tiene un salario de, digamos, US$1.000 al mes ¿cómo puede pagar por vivienda, comida, seguros, cuidados médicos, pagos de deudas y diversiones sin que se le acabe el dinero? Si sus gastos son mayores que sus ingresos, ¿qué puede hacer? Y ¿cómo puede hacerle frente a los gastos imprevistos mayores?
Para todas estas preguntas, un presupuesto es la respuesta. Un presupuesto es un plan que le muestra a usted cuánto de sus ingresos tiene que reservar para gastos esenciales y cuánto está disponible para otros propósitos. Hecho adecuadamente, puede asegurarse de que su dinero va a las cosas que más le importan, y a la vez puede ayudarle a mantenerse sin deudas.
¿Cómo configurar un presupuesto?
1. Determine su ingresos y sus gastos. Empiece por sumar todos sus ingresos, desde su salario, sus inversiones y otras fuentes. Luego, sume sus gastos para vivir. Estos son los gastos fijos que incluyen hipoteca o alquiler, comida, servicios públicos y transporte. No se olvide de calcular lo que normalmente gasta en diversión y los imprevistos. Un formulario de presupuesto le puede ser útil para que no quede nada sin incluir. Finalmente, reste la cantidad de sus gastos de sus ingresos.
2. Elabore un plan de presupuesto. Lo siguiente es determinar cuál es la cantidad correcta de su presupuesto mensual, incluyendo lo que está gastando al momento y lo que debería estar ahorrando. Cualquier presupuesto debe cubrir todas sus necesidades, así como algunos de sus deseos. Pero también debe proveer un ahorro para emergencias y para su futuro.
Si a usted le sobra algo de dinero cuando reste sus gastos de sus ingresos, esto quiere decir que está listo para concretar su plan. Si apenas tiene suficiente para cubrir las cuentas, o si sus gastos actualmente sobrepasan sus entradas, será necesario hacer algunos ajustes.
Considere bajar sus gastos reduciendo las comidas en restaurantes y sus diversiones, o quizás hasta cambiar su carro o casa por algo más económico. Otra opción puede ser aumentar sus ingresos trabajando horas extras o cambiando su trabajo actual por otro que ofrezca mejor sueldo.
3. Dele seguimiento a su progreso. Anote sus gastos o use programas de presupuesto y ahorros en línea.
4. Prepárese para tener éxito. Si es posible, establezca transferencias automáticas a su cuenta de ahorros cada mes. Esto asegura que guarde el dinero que usted ha decidido embolsar para un propósito específico con el mínimo esfuerzo de su parte. Y también deje una pequeña cantidad para divertirse.
5. Revise su presupuesto y ajústelo si es necesario. Sus ingresos, gastos y prioridades cambiarán con el paso del tiempo. Ajuste su presupuesto de acuerdo al plan, pero siempre manténgalo activo. Un presupuesto es un plan para cada dólar que tiene. No es mágico, pero representa más libertad para manejar sus finanzas y para vivir con mucho menos estrés.
¿Se puede tener una deuda controlable?
Muchos expertos recomiendan el presupuesto popular de 50/30/20.
La experta en bancarrota y senadora estadounidense Elizabeth Warren, es coautora con su hija Amelia Warren Tyagi, del libro “All Your Worth” (Su valor propio). Ellas recomiendan un presupuesto que le permite usar aproximadamente un 50% de su dinero actual para gastos esenciales: cosas que debe pagar mensualmente. Otro20% debe ser para ahorros y pagos de deudas. Esto le deja un 30% para pagar gastos variables –las cosas que desea, como comprar ropa nueva, salir con amigos y diversiones.
Es posible que estas proporciones estén fuera del alcance hasta que usted logre encaminar sus finanzas.
“Es común que las personas gasten un 70% o más en sus gastos esenciales, lo que explica por qué es tan difícil para ellos ahorrar y pagar sus deudas. No existe la disponibilidad”, dice Liz Weston, columnista de NerdWallet.
Dependiendo de sus ingresos y de sus circunstancias, le puede tomar años para alcanzar la proporción de 50/30/20. Sin embargo, en un plazo más largo, alguien que siga estas pautas conseguirá tener una deuda controlable, dinero para darse gustos ocasionalmente y ahorros para pagar gastos irregulares o imprevistos, como también retirarse cómodamente.
Su presupuesto es un instrumento para ayudarlo, no una camisa de fuerza para privarlo de disfrutar su vida. Si no hay dinero para divertirse, es más probable que no se mantenga dentro de su presupuesto –y un buen presupuesto es aquel al que pueda adherirse sin problemas.
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