Cómodos y preferidos estéticamente, las alternativas a las gafas -sin embargo- exigen conocer sus riesgos y principales características de uso, ya que existen de diferentes tipos.
Por lo general, cuando existen problemas a la vista a la gente no le gusta usar gafas o anteojos, optando por la alternativa de los lentes de contacto. Pueden ser una solución perfecta y cómoda, pero su uso también tiene riesgos y características muy precisas.
Ya sea por tener miopía (vista corta), astigmatismo (visión borrosa), hipermetropía (vista larga) o presbiopía (inhabilidad de ver cosas de cerca), se piensa en acceder a una tecnología cómoda, segura, efectiva e “invisible”: los lentes de contacto.
Sin embargo, antes de tomar la decisión se debe saber que existen varios tipos de lentes de contacto.
Hay que considerar que se trata de discos de plástico o de otro material transparente que se ponen en la superficie del ojo y corrigen la visión de forma similar a los anteojos. Deben ser usados con ciertos cuidados y deben manipularse con un adecuado mantenimiento.
Existen 3 tipos principales de lentes de contacto:
- Lentes de contacto blandos
- Lentes de contacto rígidos o permeables a los gases
- Lentes de contacto híbridos
Un reciente informe del sitio VidaySalud.com explica las ventajas y desventajas de cada uno de ellos.
Los lentes de contacto blandos son hidratados, es decir, con agua entre sus componentes (dejan pasar el oxígeno al ojo). Son delgados y se sienten como una jalea, por lo cual se adaptan fácilmente a la forma de los ojos. Son flexibles, cómodos y no cuesta mucho acostumbrarse a ellos.
* Ventajas:
- Son flexibles y cómodos
- Están disponibles en desechables, de uso diario o de uso extendido
- Te acostumbras rápidamente a ellos
- Se mantienen en su lugar mucho más que otros lentes, por eso son ideales para los deportistas o quienes hacen ejercicio regularmente
* Desventajas:
- Duran menos
- Necesitan reemplazarse frecuentemente
- Pueden no ser tan efectivos corrigiendo problemas de la visión, como en el caso del astigmatismo pronunciado
Los lentes de contacto rígidos o permeables (porosos) a los gases fueron los primeros que aparecieron en el mercado. Como su nombre lo indica, son más duros, lo cual hace que sean mucho más durables que los lentes blandos.
A diferencia de las versiones anticuadas de estos lentes, los lentes rígidos de ahora están hechos de una silicona que permite que el oxígeno circule en el ojo. Los lentes rígidos o permeables a los gases mantienen su forma y ofrecen una visión más clara para cierto tipo de condiciones de los ojos.
* Ventajas:
- Durables, no necesitas reemplazarlos con tanta frecuencia
- Ofrecen una corrección óptima de la visión
- Permiten mucho más el paso del oxígeno que los blandos, por lo cual son mejores para la salud del ojo
* Desventajas:
- Toma más tiempo acostumbrarse a ellos porque no son tan cómodos al principio
- Es necesario reajustarlos si dejas de ponértelos por un buen tiempo
- Pueden moverse fácilmente del centro del ojo, lo cual causa incomodidad y visión borrosa
Los lentes de contacto híbridos, en tanto, cominan las características de un lente rígido o permeable al gas en el centro, junto con un borde blando.
Son ideales para quienes buscan un equilibrio entre lograr la visión óptima que ofrecen los rígidos con la comodidad que ofrecen los lentes blandos. Muchas personas que necesitan usar lentes rígidos pero los encuentran demasiado incómodos, encuentran una excelente alternativa en los lentes híbridos.
Precauciones generales
Los lentes de contacto exigen como máximo cuidado que se limpien de manera adecuada, siguiendo ciertas pautas de higiene. Si ello no se cumple, pueden ser un riesgo.
Para evitar los riesgos, se recomienda al menos:
1- No usar agua de la llave para lavar los lentes de contacto ni enjuagarlos con saliva (ambas contienen bacterias que pueden causar infecciones peligrosas). Es necesario usar soluciones creadas específicamente para este uso.
2- Lavarse bien las manos antes de manipular los lentes. Usar un jabón sin aroma. Los jabones con perfumes y los aceites pueden dejar una capa en las manos que se transfiere fácilmente a los lentes y pueden causar irritación.
3- Mantener las uñas cortas para evitar dañar los lentes o lastimar el ojo cuando los lentes se ponen.
4- Usar las soluciones de limpieza de lentes recomendadas por el médico y seguir las instrucciones al pie de la letra.
5- Maquillarse después de ponerse los lentes.
6- Cada vez que se quiten, los lentes deben ser lavados y desinfectados para el próximo uso (si es que no son desechables o descartables)
7- Lavar y mantener limpio el estuche donde se guardan los lentes, pues ahí también puede crearse un foco de infección. El estuche se lava con una solución especial también.
8- Reemplazar los lentes como lo indiquen.
9- Evaluar con frecuencia la efectividad de los lentes. Los lentes que están viejos y no se ajustan bien al ojo pueden causar el crecimiento de los vasos sanguíneos dentro de la córnea.
Es muy importante hacerse exámenes de la visión con regularidad para saber si hay algún cambio.
