A pesar de que los emprendedores son líderes natos, la incertidumbre y la duda pueden invadirlos al grado de paralizarlos.
A pesar de que los emprendedores son líderes natos, la incertidumbre y la duda pueden invadirlos al grado de paralizarlos. El miedo es un enemigo poderoso, pero también es un gran aliado, porque te impulsa a actuar para “salvarte” de cualquier situación. Es una cuestión evolutiva.
Durante la Semana Nacional del Emprendedor, preguntamos a algunos emprendedores qué es para ellos el miedo en el emprendimiento y cómo lo enfrentan día a día.
"Antes el miedo me frenaba” –cuenta René del Castillo, cofundador deSAHNA– “Pero te vas dando cuenta de que mientras más te equivoques, mejor te va a ir. Entonces eso te va dando confianza y el miedo que sigue es más una motivación que otra cosa".
René asegura que si quieres emprender, un requisito esencial es quitarte el miedo –o al menos enfrentarlo–. "Hacer lo que más te frena: no importa si es llamarle a una persona, si es parártele en frente a alguien, si es mandar un correo… cualquier cosa. Eso hazlo primero, para que te des cuenta de que no está tan difícil".
Porque lo importante es que te quites esa duda que tienes de ti mismo; “el chiste es salirte de tu zona de confort”.
Para Santiago Rodríguez, cofundador de Mandarina Hub, el emprendedor es un ser adverso al miedo, pero en el mejor sentido: “le va a ver siempre el lado positivo a las cosas, (aunque) va a tener en cuenta el lado negativo”.
Para él, los mayores miedos se hacen presentes cuando ya no tienes vuelta atrás: “cuando ya estás ahí, cuando ya invertiste, cuando ya hiciste un compromiso con un inversionista, cuando ya tienes una sociedad, cuando ya tienes ciertos gastos... y dices '¿qué estoy haciendo con mi vida?'".
Pero nada que no se solucione...
No olvides esta frase de Santiago:
Yo veo al miedo como un reto: no es un miedo al fracaso, es un reto a no fracasar".
Pero por si la duda y el miedo te abrazan y no te quieren soltar, te invitamos a que contemples estas acciones:
1. Recuerda el motivo de tu viaje. Cuando tengas las más grandes dudas y miedos, escribe, reflexiona y habla sobre lo que te mueve
2. Practica la sabiduría. Avanza hacia adelante, quédate quieto o vuelve hacia atrás cuando sea necesario.
3. Construye tus cimientos morales e intelectuales. Amigos y mentores son más que bienvenidos y necesitados.
4. Que nada te detenga. Ni malas experiencias con cliente, ni con socios, ni fracasos. Recuerda que siempre puedes aprender y hasta platicarlo en una Fuckup Night.
5. Confía en ti mismo. Y no sólo en ti, sino también en tu equipo, en tus cimientos morales e intelectuales, en tu pasión y en tu sabiduría. Confía en lo que haces.
Foto: Pixabay