A pesar de ser la mayor fuerza de trabajo del país, las pymes aún tienen una serie de trabas para obtener los recursos necesarios y así financiar su proyecto.

La venta de Cornershop a Walmart demostró los casos de éxito que pueden generar las pymes, sobre todo en materia de innovación. Sin embargo, muchas de las pequeñas y medianas empresas siguen esperando darle en el clavo a su proyecto personal o encontrar una forma de financiamiento que los pueda sustentar.

Patricio Jarpa, Gerente general de Nanotec Chile, analizó la realidad del país en materia de emprendimiento, de la cual expresó que “los chilenos son temerosos en invertir en innovación. En general los empresarios prefieren invertir en los sectores o experiencias que ya conocen, pero no se apuestan a innovar”.

Actualmente, existen alrededor de 1.800.000 emprendedores en el territorio, sin embargo, 8 de cada 10 fracasan entre su primer y segundo año, por lo que arriesgarse cuesta mucho que esté en los planes. El ingeniero comercial y CEO de Nanotec agregó que “innovar tiene un alto riesgo, pero lo que no se valora bien es que al mismo tiempo si funciona tiene un alto premio”.

Según la OCDE, nos encontramos en la posición más baja en el nivel de desempeño I+D y a partir de las palabras de Jarpa, esto se debe porque no existen mecanismos para ayudar a escalar los emprendimientos. “Hay un sistema y es el que aplica Corfo a modo estatal, a través de la ayuda o soporte que pueden encontrar algunos emprendedores o entidades que se dediquen a la innovación para obtener fondos. Pero distinto es que empresarios por su propio interés quieran invertir en innovación de manera directa”, explicó.

Además, uno de los grandes problemas que han tenido que sobrellevar los negocios desde el día uno, siendo también una de las razones, en palabras de Jarpa del porqué no existen más casos de éxito corresponde a la falta de financiamiento para que puedan llevar a cabo más ideas. Para el experto, la barrera es que no existen verdaderos fondos en los capitales de riesgo, ya que usualmente están alienados a ciertos estatutos, que no son más que startups o empresas que tienen un cierto movimiento, lo que les permite llenar “la sandía escalante”.

Por lo que, “al momento de notar una buena idea, buenos profesionales, y buena estructura, es muy difícil que quieran apoyar eso desde cero porque tiene un alto riesgo”, resaltó el gerente.

Sin embargo, el encargado de la primera entidad en producir y procesar la nanotecnología declaró que a futuro las cosas podrían mejorar, ya que “de a poco se va a ir apostando en nuevos casos exitosos, y para eso hay que entrar a una cultura de país y eso requiere tiempo, sino no nos estancaremos lo que significa menos desarrollo y por ende menos progreso para el país”, finalizó.