Por Constain Salamanca Mejía, Docente Investigador de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Universidad Icesi de Cali, Colombia. Es Doctor en Química de la Universidad de Chile y Becario del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD). Posee más de diez años de experiencia en el área de la fisicoquímica aplicada.
El desarrollo de un medicamento corresponde a un proceso extremadamente complejo, donde confluyen diferentes áreas del saber, tales como la química, la biología, la medicina y la ingeniera en múltiples contextos.
Para que un producto farmacéutico salga al mercado, deberá pasar por una serie de etapas de investigación multidisciplinaria que son en extremo complejas y costosas, razón que ha llevado a que esta clase de productos tengan fuertes medidas de protección intelectual, muchas veces hasta por más de una década. Y es que para alcanzar el desarrollo de esa clase de productos se deberá evaluar una gran cantidad de moléculas con potencialidad biológica, es decir, que puedan interaccionar de una manera muy específica sobre diversos blancos biológicos, provocando un efecto deseado. Para ello, se debe hacer un tamizaje (evaluación masiva) de miles de moléculas candidatas o con "potencial biológico" para que continúen hacia otras fases de estudios, las cuales se centran principalmente en otras tres áreas de investigación: fisicoquímica, farmacológica y toxicológica.
De esta manera, cuando se encuentra una perfecta sincronía en la obtención de resultados deseados en dichas áreas de estudio, la molécula con potencial biológico pasa a ser una molécula farmacológica, la cual se puede llamar como: fármaco o principio activo o ingrediente farmacológicamente activo (API). Dicha molécula será la que se convierta en la sustancia que producirá un cambio en el cuerpo, y con ello, conducirá al mejoramiento de la salud.
Sin embargo, el proceso de desarrollo aún no termina aquí, ya que dicho fármaco o principio activo deberá estar contenido dentro de un "vehículo" apropiado, que permita administrarlo de una manera cómoda, segura y confiable. Esta etapa es la que se conoce como etapa diseño y formulación del producto farmacéutico y que es en esencia una etapa compleja, donde trabaja en conjunto la química como la ingeniería de procesos. Así, cuando se logra conocer una molécula farmacológicamente activa y se suma a un vehículo determinado, se tienen como resultado un medicamento.
Es por esto que podemos tener una sola molécula como, por ejemplo, el acetaminofén, que sirve para disminuir el dolor, pero que puede estar vehiculizada de diferentes maneras, llevando a que para la misma molécula farmacológica existan varios tipos de presentaciones. Así es como podemos ver al acetaminofén en tabletas, jarabes o cápsulas.
Pero la travesía continúa y es aquí donde se tiene la etapa más crítica y costosa en la invención de un medicamento: "los estudios clínicos", donde se evalúa que dichas moléculas con potencial farmacológico actúen en beneficio y no en detrimento de la salud de las personas; donde se tienen que hacer muchísimos ensayos con diferentes tipos de poblaciones, verificando que no se incurra en problemas de toxicidad e ineficacia terapéutica.
Como se puede apreciar, el proceso de invención de un medicamento corresponde efectivamente a un camino complejo y costoso, el cual puede durar años e inclusive décadas, donde se necesita de un robusto desarrollo científico interdisciplinario, el que en la actualidad Colombia aún no posee.
A la fecha, en nuestro país el desarrollo de los medicamento se centra casi que exclusivamente en las etapas asociadas a los procesos de producción y aseguramiento de la calidad del producto farmacéutico, donde se parten de moléculas a las cuales ya se les conocen sus características fisicoquímicas, farmacológicas y toxicológicas, para luego llevarlas a las etapas de vehiculización y obtención de medicamentos. Sin embargo, en esta etapa de diseño y formulación de producto también nuestro país se ha quedado rezagado, ya que dichas "formulas" o "recetas" para vehiculizar al ingrediente activo la mayoría de las veces no se realizan aquí, sino que son adaptadas a otras existentes o simplemente enviadas desde la casa matriz, cuando se trata de empresas multinacionales.
Así, el desarrollo de medicamentos en Colombia se centra principalmente en la compra de materias primas e ingredientes funcionales, para los cuales se les aplican recetas estandarizadas o adaptadas, y se les establece una secuencia de desarrollo productivo, que bien conduce a fabricar medicamentos de calidad y con buenos márgenes de utilidad, pero que a su vez son comprados débilmente, a diferencia de lo que se podrían obtener si éstos fueran desarrollados por completo en nuestro país.
Con el ánimo de contribuir al desarrollo de este tipo de productos en nuestro país, pero en los contextos de creación e innovación y no de producción como habitualmente sucede, la facultad de Ciencias Naturales de Icesi, Colombia, dentro de su grupo de Investigación Natura, vienen desarrollando una línea de investigación liderada por quien les escribe, la cual se enfoca en la temática de la fisicoquímica farmacéutica y que está orientada en primera instancia a proporcionar un apoyo de fundamentación científica para el diseño y la formulación de una diversidad de productos farmacéuticos. Con ello, comenzaríamos con los primeros conceptos de innovación relacionados con "tomar lo que se tiene y mejorarlo para que sea más funcional o simplemente más económico".
Dicha línea de investigación, que lleva aproximadamente cuatro años, ha venido obteniendo varios resultados interesantes, tales como formación de más de 20 estudiantes del programa de química farmacéutica con competencias de investigación en el marco del diseño y la formulación. Múltiples participaciones en congresos nacionales e internacionales, junto con más de cinco manuscritos en diversas revistas científicas y de alto prestigio. Asimismo, ha generado cursos de actualización profesional para los sectores farmacéuticos y cosméticos, por medio de los diplomados en nanotecnología farmacéutica y diseño y formulación de productos cosméticos, respectivamente. También ha permitido crear un programa de maestría nuevo y único en el país, enfocado exclusivamente en dar competencias científicas y tecnológicas orientadas al diseño y formulación de productos químicos y derivados, competencias que se han tomado como nombre de la maestría misma. Una línea de investigación que continúa creciendo y que espera seguir contribuyendo con el desarrollo para nuestra región y para el país.