S’well pasó de ser un simple proyecto y luego una startup a convertirse en una compañía mediana en sólo un año y medio.
Excelsior.com.mx. Si crees que en el mercado de las botellas de agua ya no se puede innovar, espera a que conozcas esta historia.
S’well pasó de ser un simple proyecto y luego una startup a convertirse en una compañía mediana en sólo un año y medio. La empresa de Sarah Kauss logró vender US$47 millones el año pasado cuando en 2013 sólo vendía 2.5.
Y con ninguna otra cosa más que botellas de agua. Kauss ahora construye un imperio, porque sólo sus botellas se venden en las TED Talks en Estados Unidos y también en la tienda de regalos del Museo Moderno de Arte (MoMA) en Nueva York.
Pero ¿cómo es esto posible?, ¿qué hace a sus botellas, de 45 dólares u 800 pesos, tan especiales?
Todo inició cuando Kauss se dio cuenta de algo que en un primer momento pudo parecer superficial: su botella de agua no combinaba ni se veía bien al lado de su costoso bolso de mano. Además, no le agradaba la idea de contaminar el ambiente con botellas desechables de plástico.
"Pagaba mucho dinero por un bolso de mano del que sacaba una botella de agua que parecía un accesorio de senderismo”, explicó para el sitio Inc.
En realidad Kauss sólo quería que su botella fuera tan elegante como su bolso.
Y así nació S’well. Sin embargo no todo se trata de botellas lindas para presumir. Estas son algunas de las características que hacen a sus botellas diferentes:
- Son reutilizables.
- Están compuestas de acero inoxidable de doble pared, el mejor si se trata de aislar la temperatura de las bebidas –caliente por 12 horas y frío por 24- y es más sostenible que el plástico.
- Caben en cualquier contenedor para botellas y vasos.
- Su diseño es minimalista.
- Sus materiales evitan que se condense el agua y que, por lo tanto, se moje el exterior de la botella.
- Sus diseños cambian, así que no verás solamente cinco colores en sus productos. En realidad S’well lanza dos colecciones al año, tanto que al día de hoy cuenta con 78 diseños distintos.
A pesar de sus características, Kauss no tenía idea de cómo comercializar ese tipo de productos.
No sabía cómo hacer un inventario y no sabía cómo empacarlas”, cuenta.
Con todo ello, la idea tuvo éxito y cautivó a los nuevos y potenciales consumidores cuando apenas S’well se distribuía en pequeñas tiendas de retail y se sostenía con los ahorros de Kauss, las ventas en locales independientes y con distribuidores, de modo que su fundadora nunca tuvo que pedir financiamiento a la banca o a capital privado.
Así ha sabido hacerlo hasta ahora, según cuenta, porque con ello ha tenido la libertad de “rechazar alianzas, incluso aquellas que pueden tener un aspecto prometedor para otros”.
Hoy S’well comercializa una pequeña línea para Target, uno de los retailers más importantes en Estados Unidos.
"Seremos una compañía de mil millones de dólares… es fácil. Sé qué hacer ahora. Tenemos la gente y los procesos donde deben estar y el mercado está justo ahí… podríamos ser sólo una compañía que vende 50 millones de dólares, pero eso es aburrido”.
S’well además apoya a organizaciones caritativas y enfocadas en el uso eficiente del agua y los bosques. Sus productos se venden en 35 países que incluyen Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudamérica, el Medio Oriente, Europa y las Islas Caribe.
Imágenes | S'well