Por Pepe Martínez Cevasco, CEO de Bukeala.
No es exagerado decir que la web ha transformado el mundo por completo. Toda nuestra rutina diaria, desde la forma en la que nos levantamos, hasta cómo nos comunicamos, nos informamos, y hasta cómo vamos al banco y pagamos nuestras compras ha cambiado gracias al desarrollo de Internet y de los dispositivos portátiles que nos permiten acceder a ella durante todo el día. Pero en el área de la salud, si bien ha habido transformaciones, éstas no han sido tan radicales. Hasta ahora. Y es que a partir del desarrollo de nuevas aplicaciones y tecnologías que facilitan la tarea de realizar mediciones y llevar estadísticas acerca del estado de nuestro cuerpo, la forma en la que descubrimos, tratamos, y nos relacionamos con las enfermedades y la medicina puede cambiar para siempre. Y esto es especialmente cierto cuando hablamos de la mujer.
Existen una enorme cantidad de condiciones y enfermedades graves que, si no son tratadas a tiempo, pueden resultar en la pérdida total de la fertilidad, o incluso en la muerte. El problema es que muchas de estas afecciones, como el cáncer de cuello uterino, la clamidia y la gonorrea, entre muchas otras, son silenciosas e indetectables sin un análisis adecuado, por lo que muchas veces se descubren muy tarde. Y con un enfoque que es fundamentalmente reactivo, es decir que espera a la aparición de un síntoma para buscar la causa y comenzar a tratar la enfermedad, la medicina moderna a veces falla en ofrecer las herramientas para detectar este tipo de condiciones a tiempo y prevenir la mayoría de los daños. La alternativa son los chequeos crónicos que, sin embargo, muchas mujeres no llevan adelante con la regularidad necesaria y que, en ocasiones, no son lo suficientemente frecuentes como para descubrir un problema grave a tiempo.
Para una gran cantidad de médicos, investigadores, y científicos alrededor del mundo, sin embargo, existe una tercera alternativa. Ésta tiene que ver con el uso de la tecnología web y móvil, aprovechando las ventajas de contar con dispositivos conectados siempre cerca para realizar un seguimiento de las personas y acumular datos a lo largo del tiempo que permitan conocer, en todo momento, cuál es su estado general de salud. Además de convertir los chequeos, que hoy son apenas una fotografía que refleja un momento puntual, en una película que permite visualizar el estado general de salud de una persona a lo largo del tiempo, estas tecnologías generan y analizan grandes cantidades de información y descubrir patrones y tendencias entre las personas que sufren de una determinada condición. Así, los investigadores pueden descubrir conductas y signos de alerta que pueden advertir que una enfermedad tiene altas probabilidades de desarrollarse, incluso antes de que ésta aparezca.
En el caso de las mujeres, además de ayudar a prevenir enfermedades, llevar mediciones puede resultar beneficioso para hacer un seguimiento de los ciclos de fertilidad y determinar, así, cuál es el momento óptimo para buscar un embarazo. Aunque también para evitarlo, y para conocer mejor el cuerpo de cada una, y verificar si un atraso, un dolor, o un determinado estado de ánimo es algo normal y esperable, o una anomalía que vale la pena observar de cerca.
Teniendo en cuenta que la salud reproductiva después de los 30 es una de las grandes preocupaciones de las mujeres de hoy, y que muchas apuntan a embarazarse después de los 35, cuando la estadística indica que es más complicado, distintos desarrolladores han comenzado a lanzar aplicaciones que hacen un seguimiento de los ciclos hormonales. Este es el espíritu con el que Clue, una de las aplicaciones líderes en materia de seguimiento menstrual busca ayudar a sus usuarias a conocer mejor a sus cuerpos y sus características. Para ello, las usuarias deben ingresar todos los días distintos datos acerca del sangrado, de su estado emocional, nivel de dolor, deseo sexual, energía, y de los ciclos de sueño. Así, la app crea un mapa general que permite conocer la salud reproductiva general de la usuaria, seguir sus ciclos menstruales, y determinar las fechas de mayor fertilidad.
Kindara es otra aplicación similar, que determina las ventanas de mayor fertilidad de cada mujer, así como conocer en detalle su ciclo menstrual para determinar cuál es el mejor momento para quedar embarazadas, y en qué períodos las probabilidades de que una relación resulte en embarazo resultan menores.
Otras aplicaciones, dejan que el usuario programe recordatorios para la toma de medicamentos y pastillas, ya sea que se trate de anticonceptivos o de otros tratamientos, y llevar un registro pormenorizado de adherencia y hábitos de uso. Así, es posible verificar su eficacia, y asegurarse de que las pacientes no están cometiendo errores que puedan resultar en la pérdida de efectividad de los mismos.
Mucho más que medidores de fertilidad. Pero medir la fertilidad y la salud reproductiva de la mujer no son las únicas posibilidades que ofrece esta tecnología. De acuerdo con la revista Scientific American, las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir de enfermedades crónicas. Según la publicación, un estudio del sistema de salud español que siguió a 29.000 personas de edades determinó que alrededor del 27% de las mujeres, y el 19,3% de los hombres sufren de alguna condición crónica, que lleva a un deterioro de la salud. Entre las dolencias más frecuentes, se encuentran la artritis, los desórdenes mentales, el dolor de cuello, los dolores de cabeza, y el dolor de espalda. Pero también otras condiciones como diabetes, anemia, y otras enfermedades.
Muchas veces estas condiciones crónicas no tienen causa aparente, y resulta difícil realizar un diagnóstico acertado. Mediante el desarrollo de aplicaciones de monitoreo que realizan un seguimiento permanente de la actividad y la condición de las pacientes esto podría comenzar a cambiar. La tecnología ya existe, y requiere de un pequeño esfuerzo por parte de cada usuaria para llevar un registro diario de distintas variables, que conforman una base de datos y producen una serie de estadísticas fácilmente accesibles para ellas y los profesionales de la salud.
Otras plataformas y aplicaciones que llevan registros pormenorizados de distinto tipo de variables permiten no solamente evaluar el estado general de salud de una persona a lo largo del tiempo, sino que conocer su estilo de vida para determinar si en ellos reside el origen de una enfermedad. En nuestra experiencia con Care4, se logra registrar fácilmente la calidad de su nutrición, al realizar un registro de todo lo que comen, de su actividad física, de los dolores y progreso de sus enfermedades crónicas, y de la toma de medicamentos. De esta forma resulta más sencillo verificar el progreso de sus tratamientos, así como identificar problemas que pueden llevar al agravamiento de su condición, y así prevenir que esto suceda.
Además de verse beneficiadas como pacientes, las mujeres que trabajan en el cuidado de personas mayores o portadores de enfermedades crónicas –un campo profesional en el que son mayoría en todo el mundo – están comenzando a utilizar este tipo de herramientas para realizar un seguimiento de las personas a las que cuidan, obteniendo un reporte permanente de su estado de salud y ayudando a los médicos a poder hacer más eficiente el tratamiento.
Estos sistemas están llevando a que se produzca una verdadera revolución médica que comienza a convertir a la medicina en una actividad de prevención más que en una de curación y que, gracias a la recolección de datos, ayuda a realizar diagnósticos mucho más precisos. Para las mujeres, esto se traduce en una mejor calidad de vida y en la posibilidad de conocerse mejor a sí mismas y optimizar, así, su estado general de salud.