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¿Cómo funciona la app argentina que vende comida que está por caducar?
Martes, Febrero 25, 2020 - 15:04

Lanzada en abril de 2019, Winim permite a los comercios gastronómicos vender el excedente de comida a un precio de liquidación y a los usuarios de la app acceder a esos alimentos.

Con el lema "Salvá la comida", la aplicación argentina Winim se suma a una serie de emprendimientos sociales que no solo buscan generar ingresos, sino que también impactar positivamente en la sociedad. A través de esta iniciativa, esperan contribuir a la disminución del desperdicio de alimentos en Buenos Aires.

Con 10 meses de existencia, Winim permite a los comercios gastronómicos vender el excedente de comida a un precio de liquidación y a los usuarios de la app acceder a esos alimentos. A través de un sistema de geolocalización, la aplicación permite a sus usuarios acceder a descuentos cerca de la zona donde se encuentran.

"Nuestro algoritmo posibilita que la navegación sea sencilla, que se pueda acceder a pagos con tarjeta de crédito y la posibilidad de que el pedido llegue en minutos donde sea que esté a través de un servicio de delivery. Los comercios, de una forma muy simple, publican en nuestra plataforma los productos con el descuento que deseen, pudiendo luego los consumidores acceder a la compra de los mismos", explica Santiago Guglielmetti, cofundador de Winim Argentina. 

Hasta ahora, cuentan con más de 8.500 usuarios activos y casi 400 comercios gastronómicos adheridos que venden sus productos a través de esta plataforma. Un dato curioso es que al terminar el segundo mes de iniciado el negocio, tenían alrededor de 800 usuarios activos.

Emprender con impacto

Sobre el origen de la app, Santiago Guglielmetti, cofundador de Winim Argentina, explica que comenzaron a pensarla en diciembre de 2018, cuando dos de los fundadores estaban terminando sus maestrías. "Queríamos emprender, pero sentíamos que debía ser algo con impacto, que hiciera una diferencia. Investigando aprendimos de la problemática de la pérdida y desperdicio de alimentos que debía ser atendido y hacia allí apuntamos", indica. 

De esta forma, para iniciar el negocio invirtieron el total de sus bolsillos, alrededor de US$ 16.000. Luego de dos meses de operación, "se incorporó como inversor Juan Ignacio Abuchdid, presidente de Invertir en Bolsa. A partir de allí incorporamos el delivery, buscamos fortalecer nuestra experiencia en la aplicación y nos enfocamos más en la fuerza comercial e invertimos en marketing para ganar posicionamiento y seguir ganando usuarios", indica el cofundador. 

Apuntando a los millennials

No solo sus aspiraciones laborales diferencian a las nuevas generaciones de los Baby Boomers o la Generación X. Cuando se habla de medioambiente, son ellos los grandes interesados y ejecutores de inciativas que buscan generar un aporte. 

De acuerdo con la Encuesta a la generación millennial 2019: Prioridades y preocupaciones de los millennials y la Generación Z, elaborada por Deloitte, entre las principales prioridades de los millennials se menciona generar un impacto positivo en la sociedad. Y al consultarles por sus preocuaciones, el cambio climático, la protección del medioambiente y los desastres naturales, lideran el ranking. 

Considerando esta realidad, en Winim saben que son los más jóvenes quienes utilizan este tipo de apps, pero también se abren a "todos los que quieran vivir una experiencia de consumir alimentos de calidad con precios increíbles y que a su vez sepan que están beneficiando al medio ambiente".

Con el tiempo, han sido sumando más locales a su lista de asociados. Lo que no ha sido sencillo, debido al desconocimiento y también a la poca consciencia que había en relación al desperdicio de comida. Una vez que los fundadores de la app mejoraron su comunicación con las empresas, haciendo énfasis en los incentivos de ser parte de esta iniciativa, pudieron aumentar las asociaciones. 

Pack Sorpresa

Sobre los precios de los alimentos que se liquidan en la aplicación, Guglielmetti dice que "son fijados directamente por el comercio que publica los platos. La única condición que pone Winim es que los mismos tengan descuentos y de esta manera se les ofrezca una posibilidad de consumo a los usuarios. Hay casos en que el ahorro llega hasta el 80%, aunque actualmente el promedio de descuentos está cerca del 40%. Lo más elegido son las minutas, el sushi y los platos para veganos, en ese orden". 

Pero si de precios se trata, la mayor novedad, dice el cofundador, es el Pack Sorpresa, que consiste en un plato low-cost (cuesta poco más de un dólar). "El local, en base a los alimentos o platos del día que tiene de excedente (o pedidos cancelados o no buscados de otras apps), decide qué colocar en el pack, pudiendo variar su contenido en todo momento. O sea, les sirve para realmente liquidar todo. Así, los usuarios pueden hasta llegar a recibir tablas de sushi de $800 por solo $70 (de US$12 a US$ 1)", dice Guglielmetti.

-Este es un tipo de emprendimiento que ha desarrollado en otros países, ¿cómo les ha ido hasta el momento? ¿Cómo pueden mejorar?

Así es, Winim surge de sumar ideas de muchos emprendimientos existentes en el resto del mundo. Y en todos tuvieron la misma experiencia. Al principio cuesta arrancar porque es un concepto nuevo que lucha contra una gran problemática poco conocida, pero luego todos ven sus beneficios y comienzan a adherirlo a su rutina como una herramienta más.

Siempre tenemos espacio de mejora y más ahora que comenzamos a operar. Las últimas grandes adhesiones que sumamos en la app fueron el delivery y los pack sorpresa, que al momento han tenido gran aceptación. Estamos también mejorado la experiencia del usuario en la app, sumándole features como el tracking del pedido o un sistema de créditos dentro de la aplicación. Luego, sabemos que podemos hacer más desde el lado social en este difícil momento que pasa el país, es por esto que vamos a sumar donaciones, tanto de dinero como de comida a comedores dentro de la aplicación.

-¿Consideran que el consumidor argentino está cada vez más consciente de que puede consumir este tipo de alimentos o que puede ayudar a luchar contra el desperdicio de comida? 

Afortunadamente sí. Día a día cobra más importancia el problema medioambiental y el desperdicio de alimentos ocupa un gran terreno ahí. También con la comunicación que damos, nuestros usuarios comienzan a ver no sólo lo que sucede en los restaurantes o comercios, sino también en sus casas, ya que gran parte del desperdicio se produce ahí. Es cuestión de concientizar un problema y la gente va a responder.

Es la mayor conciencia medioambiental la que produce que se usen cada vez más este tipo apps. Lo mismo sucede con las empresas: aquellas que se muestran más responsables con el planeta, son las que tienen mejor imagen en el consumidor.

-¿Están pensando en escalar este proyecto a otros países de la región o crear un producto complementario?

Hoy en día estamos operando en Capital Federal y algunos lugares específicos de la provincia de Buenos Aires. No obstante, en un futuro nos queremos expandir a otros lugares del interior de la Argentina, así como a otros países de la región. Si bien nuestro principal objetivo es embarcar en Latinoamérica en primera instancia, en estos pocos meses de operación hemos tenido ofertas para instalarnos en Estados Unidos, Canadá, Australia, Polonia, España y diferentes países de Europa del Este.

Todo esto, más allá del éxito que tuvo nuestro negocio en tan corto plazo y por lo disruptivo que resulta, en gran medida se dio gracias a nuestra participación en la Conferencia sobre Desperdicio de Alimentos en el Vaticano hace algunas semanas. Allí pudimos disertar sobre el tema y darnos a conocer en otro nivel.

-¿Qué han aprendido hasta el momento gracias a esta app?

Principalmente, hemos entendido que si bien recién empezamos, estamos por el buen camino en nuestra batalla contra el desperdicio de alimentos en Argentina. Seguimos pensando en nuevas ideas para continuar con nuestra innovación en términos de negocio para que el aporte al medioambiente sea más completo día a día.

Si bien hoy en día ayudamos a los comercios a vender el excedente de comida, aprendimos que nuestro modelo de negocio perfectamente puede ser aplicado a diversas industrias en las cuales se desperdician otros productos más allá de los alimentos. De hecho, ya hubo muchos productores e industriales que se nos acercaron a plantearnos que necesitaban nuestro modelo. La Responsabilidad Social es clave en la actualidad y es parte intrínseca de nuestro negocio.

Autores

Daniela Arce