Se trata del análisis de Peter Ivanov en su libro "Dream team virtual:Conviértete en el mejor líder a distancia".
La tecnología ha permitido cambiar las juntas en una sala de la empresa a video llamadas desde cualquier parte el mundo, así como trabajar con expertos de diferentes culturas, nacionalidades y especialidades.
Incluso ha permitido que emprendedores creen negocios con empresarios u otros emprendedores de otras nacionalidades; sin embargo, una llamada telefónica o un chat grupal no son suficientes para que un proyecto a distancia se lleve a cabo, se requiere darle el poder, la fuerza y confianza a cada miembro del equipo a pesar de las diferencias geográficas y culturales.
Estos equipos virtuales, menciona el consultor Peter Ivanov en su libro Dream team virtual, ¡Conviértete en el mejor líder a distancia!, “están conformados igual que un átomo: al interior se encuentra el núcleo, el centro del átomo, y tiene varias partículas que orbitan a su alrededor, la gravedad las atrae y mantiene dentro de su órbita. En el equipo virtual, como dentro de un átomo, tiene que haber una fuerza gravitacional que mantenga unido al equipo”.
Esta fuerza que mantiene unidos a los equipos es el propósito y la meta en común. Las nuevas generaciones prefieren trabajar en proyectos emocionantes, más que buscar una trayectoria en una empresa. A estos equipos de trabajo el autor les llama dream teams virtual y dice que con ellos, las organizaciones pueden tener una presencia global y acceder a recursos de cualquier parte del mundo. Además, son más flexibles y escalables.
Confía en los miembros
Los dream teams virtuales están compuestos por tres tipos de colaboradores: los líderes responsables, los miembros individuales y la organización completa. Los primeros son los encargados de que el equipo funcione y para hacerlo posible se requiere que se relacionen directamente con cada miembro.
“Es posible que el error más importante sea el desatender el nivel personal porque creen que todo es ‘virtual’, pero las personas no son virtuales”.
Aunque existen pocas oportunidades de comunicación informal porque en las conferencias se suele ir al “grano”, el líder debe buscar la oportunidad para relacionarse con los miembros y conocer más de ellos, desde cuestiones profesionales hasta personales.
En cualquier equipo existen dos clases de confianza; la profesional, que es el conocer los conocimientos y especialidades de los miembros y la personal, que se da al interactuar más a profundidad, para conocer lo que le provoca felicidad y energía al colaborador, así como aquello que le desagrada, esto permitirá llevar el quipo a otro nivel y crecer en conjunto.
Una forma de asegurarse que todos los colaboradores virtuales se sientan a gusto y participen equitativamente es, desde el inicio, aclarar cuáles son las metas del equipo y con qué se espera que contribuya cada miembro. Esta es una oportunidad para pedirle a los miembros asumir mayor responsabilidad. “Los equipos virtuales sólo funcionan cuando todo el mundo ofrece su máximo desempeño”.
Reconocer y recompensar el desempeño de cada uno de los colaboradores es fundamental, si bien el dinero es una de las razones por las cuales una persona pertenece a un proyecto, no es la única razón, brindar una experiencia funciona como recompensa. “Una reunión con una personalidad prominente o asistir a un evento al que tu equipo no tendría acceso de otra manera, podría ser una recompensa”.
La tecnología, aliado para la distancia
Para los equipos que trabajan a distancias es esencial la tecnología, un correo electrónico y un servicio de mensajería instantánea, pero también es importante que se establezca un tiempo promedio de respuesta, que de acuerdo a Peter puede ser dentro de 24 horas.
“En la actualidad, el chat o alguna de las numerosas herramientas de mensajería instantánea, tales como WhatsApp, Facebook o Hangouts de Google son igual de indispensables que el correo electrónico”; sin embargo, deben establecer su temporalidad de uso, por ejemplo que se usen sólo para emergencias o para proporcionar información que requiera una respuesta veloz. En estos casos, el tiempo máximo de respuesta debe ser de dos o tres horas máximo.
Seleccionar la tecnología que mejor se adapta a las necesidades de la empresa o el proyecto requiere dos enfoques: el primero es seleccionar “lo mejor de su clase”, es decir buscar el mejor producto para todos los miembros del equipo y el segundo la “tienda general” que se refiere a elegir uno de los grandes proveedores de tecnología como SAP o Microsoft. Lo importante es elegir el que mejor funcione para lograr el objetivo final.
Si bien la tecnología facilita la comunicación a distancia, siempre hay que tener en cuenta que conocer a los miembros del equipo virtual y hacer reuniones personales, de vez en cuando, permite que se genere una mejor interacción y compromiso para lograr los resultados deseados.
FOTO: PEXELS.COM