Un colaborador motivado está 80% de su tiempo enfocado en su rendimiento; uno insatisfecho llega a concentrarse a duras penas un 50 %. La empresa hace la diferencia.
Desde la perspectiva de la psicología positiva, la felicidad se puede definir como una combinación entre la satisfacción que una persona tiene con su vida personal, sus experiencias y emociones positivas, y el sentido de vida y bienestar mental que se siente en el día a día.
Ya que el trabajo es una parte fundamental de nuestra vida, que no sólo es una fuente de ingresos, sino que además influye en nuestro bienestar y desarrollo, nos permite ampliar nuestros círculos sociales, enfrentarnos a retos, tomar decisiones, aprender y desarrollar habilidades que no conocíamos, es importante que reúna éstas y otras características para ofrecernos felicidad.
La felicidad de una empresa es un reflejo del estado de ánimo de sus trabajadores. Una empresa feliz reconoce la verdadera importancia de la motivación, anteponiendo el bienestar de las personas. Al hacerlo, las organizaciones cuentan con empleados que reflejan su felicidad en sus resultados de manera inmediata.
Una persona motivada está un 80% de su tiempo enfocada en su rendimiento, mientras que una insatisfecha sólo llega a concentrarse a duras penas un 50%.
Cifras como éstas son clave para entender por qué en fechas recientes la felicidad se ha convertido en un factor para aumentar la productividad. Según el estudio global Randstad Employer Brand Research 2017, el factor salarial, a pesar de continuar en primer lugar, está perdiendo importancia en detrimento de aspectos como el equilibrio entre el trabajo y la vida privada, la estabilidad laboral o el ambiente de trabajo.
De esta forma, si no estás seguro de que tu empresa sea feliz, Babbel tiene siete propuestas que las definen. Revisa con calma y analiza si tu lugar de trabajo inspira tu sonrisa durante tus jornadas laborales. Nunca es tarde para replantear la estrategia.
1. Tiene roles definidos
No hay nada tan desalentador como no saber qué se tiene que hacer o no tener nada que hacer. La felicidad en el trabajo comienza con una comprensión clara de las responsabilidades y expectativas. Comunicar y comprender claramente los objetivos brinda una guía al equipo y a las empresas.
2. Propicia un buen ambiente laboral
Las relaciones laborales están notablemente influenciadas por las emociones. Gestionar los sentimientos de las personas en el entorno de trabajo de la forma adecuada puede contribuir al rendimiento y productividad. Un clima laboral saludable depende del trato adecuado y cercano que las personas tengan con su líder y con el resto de los compañeros.
Una empresa con buen ambiente laboral brinda mayor satisfacción personal y profesional, promueve la creatividad y las relaciones positivas, que a su vez ayudan a reducir el estrés, facilitar la comunicación y tener un mejor desarrollo profesional.
3. Empodera a sus empleados
Las personas tenemos diferentes capacidades y con ellas podemos agregar valor de diferentes maneras. Cuando una empresa reconoce y desarrolla el potencial de los empleados los empodera, y eso los hace más felices.
4. Te reconoce
El respaldo empresarial, la promoción interna, el apoyo y sentirse valorado, fortalecen la motivación y generan mayor productividad. Después de todo el verdadero valor de las empresas es la suma de los talentos de sus componentes.
Existe un balance de vida: una persona que no tiene tiempo libre para disfrutar de sus hobbies y de su familia, no puede rendir bien en su trabajo. Una empresa feliz promueve un ambiente donde sus colaboradores se sienten satisfechos, disfrutan su tiempo libre y se pueden realizar como personas más allá de las tareas de su trabajo.
5. Es flexible
Una empresa donde te evalúan bajo objetivos más que por parámetros (como un horario establecido), formas de trabajo o ideas, fomenta la productividad.
Una rutina flexible, como poder trabajar desde casa, hace que los empleados se sientan apoyados por la empresa y evita desperdicio de tiempo como, por ejemplo, en transporte o reuniones innecesarias.
6. Fomenta la capacitación y el autoaprendizaje
Aprender cosas nuevas, actualizar tus conocimientos e incrementar tus capacidades no sólo te ayuda a desempeñar mejor tu trabajo, fomenta tu confianza y te mantiene a la vanguardia.
Una empresa feliz lo sabe, por eso promueve que sus colaboradores se capaciten continuamente a través de cursos o herramientas que les brinden nuevas técnicas y conocimientos para superar los retos del trabajo y de la vida.
Además de la capacitación en el trabajo, las empresas felices fomentan el autoaprendizaje a través de software o apps que ayudan a transformar la información en conocimiento, en áreas como gestión de proyectos (Monday), idiomas (Babbel), liderazgo (Pocket Mentor), gestión de tareas (Evernote), Meditación (Calm), etc.
7. Los jefes son gefes (Sí, con “g”)
La figura del líder está experimentando un continuo proceso de transformación. Cada vez son más los jefes que están cambiando sus formas de dirigir y gestionar las empresas con el objetivo de generar así mayor satisfacción en sus empleados.
El término “gefes”, creado por la periodista, conferencista y escritora española María Graciani, significa “gestores de felicidad”. Son quienes procuran que el trabajo en equipo sea el mayor aliado y que la meta sea satisfacer a los colaboradores y no solamente a los clientes.
El “gefe” fomenta la felicidad entre su equipo de trabajo y lo motiva, creando un ambiente donde el empleado se siente satisfecho y se puede realizar como persona más allá de las tareas que hace como trabajador.
*Por Tamara Menéndez, gerente de adquisición de Talento en Babbel.
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