Se trata de una forma de acercar las últimas tendencias y métodos de creatividad a los integrantes más senior de la empresa.
Uno de los grandes retos que se plantean dentro de las compañías es cómo gestionar el talento, sobre todo cuando es posible hallar profesionales de distintas generaciones. Entonces, ¿de qué manera se puede mantener un ambiente de entendimiento, permitiendo, además, el intercambio de conocimiento entre unas generaciones y otras? El reverse mentoring parece ser la respuesta.
El reverse mentoring nace como respuesta a la necesidad de acercar las últimas tendencias y métodos de creatividad a los integrantes más senior de la empresa. Y para llevar a cabo esta labor, nada mejor que los nativos digitales o millennials.
Diego Oliva, branch manager de Randstad, explica que la urgencia por conocer todas las funcionalidades que ofrecen los nuevos dispositivos, internet o las redes sociales, se debe a un cambio de tendencia muy claro. Los consumidores están adoptando la tecnología más rápido que las empresas, por lo que muchas están luchando por adaptarse a los requisitos de sus clientes.
"Por esta razón, el reverse mentoring ya no es una práctica enfocada únicamente a las organizaciones tecnológicas, sino que se extrapola a cualquier ámbito”, dice Oliva.
Ante este panorama, los directivos han visto en el talento más joven, especialmente en los de las generaciones Y y Z, la vía perfecta para dar a conocer los detalles de este nuevo paradigma digital. Por esto, “son ellos los encargados de capacitar en estas competencias a los profesionales más veteranos, aportando su know-how como valor diferencial.
De esta forma, el reverse mentoring configura una relación simbiótica en la que ambas partes salen beneficiadas, ya que los juniors pueden aportar conocimientos sobre tecnología y los seniors disponen de una importante experiencia que tiene un valor incalculable para las nuevas incorporaciones.
“Para los más antiguos de la organización esto supone un cambio en la manera de concebir las relaciones sociales dentro de la empresa y amplía la perspectiva gracias a la oportunidad de conocer los problemas, expectativas o motivaciones de los trabajadores más jóvenes y así, muchas veces como sus jefes directos, tienen más herramientas para gerenciarlos”, continúa Oliva.
¿Cómo introducir el reverse mentoring dentro de la compañía?
Pese a los numerosos beneficios que tiene aplicar un programa de este tipo en el entorno empresarial, en algunos casos se pueden encontrar escépticos. Lo fundamental, explica el branch manager de Randstad, es quitarse la venda metafórica y asumir que los conocimientos que cada generación ha ido adquiriendo a lo largo de su vida pueden ser diferentes y, a su vez, complementarios.
Para aprovechar sus beneficios existen una serie de puntos que se deben tener en cuenta:
- Definir los objetivos para cada parte
- Estar de acuerdo con las reglas que dicte el mentor.
- Tener disposición al aprendizaje
- Estar preparado para salir de la zona de confort
- Cada una de las partes debe confiar en la otra parte
- Ambos deben mantener una actitud abierta, sobrellevar sus diferencias respecto al estilo comunicativo y estar dispuestos a analizar las situaciones desde distintos ángulos o perspectivas.
De esta forma, el reverse mentoring supone un gran acercamiento entre los diferentes estratos que componen la empresa y es un reflejo del contexto socioeconómico actual caracterizado por la inclusión, la disipación de fronteras y el nuevo paradigma del medio digital.
“Aplicar esta práctica fomenta el intercambio de conocimientos y experiencias entre los puestos que componen la jerarquía empresarial, motivando la cultura de la comunicación, creando un sentimiento de importancia entre los miembros del equipo y ayudando a promover un entorno de compañerismo óptimo”, finaliza el ejecutivo.