Es muy importante considerar que el cambio además no es solo de la tecnología, sino que también de las personas y, por ende, de los trabajadores de cada organización.
La transformación digital consiste en crear un nuevo valor y aprovechar los activos que tiene la organización para crecer y prosperar con los clientes, por lo mismo muchas empresas ya han comenzado a tomar cartas en el asunto, y así lo han demostrado las cifras.
A fines del año pasado, Virtus Partners lanzó su Índice de Madurez Digital, el cual midió el estado de la transformación de las 400 empresas más grandes del país. Este demostró que la mayoría de las empresas en Chile se encuentra en una etapa “inicial” de transformación (37%), mientras que un 28% está en una etapa “detenida”, un 25% en “medio” y solo un 10% en “avanzado”.
Es muy importante considerar que el cambio además no es solo de la tecnología, sino que también de las personas y, por ende, de los trabajadores de cada organización.
Mark Bonnell, CEO de Modyo, empresa que entrega soluciones que permiten aumentar y acelerar la transformación digital de las organizaciones, sostiene que “en general los lugares de trabajo se están digitalizando y estas lo deben tener claro para así transmitir la necesidad y disposición al cambio, ya que toda empresa debe pasar por ellos, es decir ser impulsores de la innovación”.
La transformación digital ha llegado con fuerza a Chile y esta también ha cambiado la forma en cómo se realiza el trabajo. Al respecto, el especialista de Modyo sostiene que “la transformación digital no será un motivo de desplazamiento del capital humano, si puedes automatizar los trabajos rutinarios, el trabajo humano específico se convierte en algo mucho más único y significativo. El proceso de transformación puede empoderar a los trabajadores e incrementar radicalmente su eficiencia sin generar grandes disrupciones, pero para ello se debe conocer a los trabajadores y cómo es su labor diaria”.
Esto tiene un gran impacto en la cultura del trabajo. Para los equipos, abre la posibilidad del trabajo a distancia a través de mejores herramientas de comunicación, sobre todo a la hora de realizar trabajo asincrónico o reuniones. La flexibilidad que entrega la transformación digital sin duda es una de sus mayores ventajas. Además permite que los equipos pequeños trabajen con mayor independencia principalmente porque pueden hacer más con menos recursos. Para ello, muchas organizaciones se benefician formando a sus colaboradores en el uso de nuevas tecnologías, lo que beneficia tanto a la empresa como a la persona.
Y finalmente, impacta positivamente la forma de trabajar de las personas automatizando fácilmente las tareas redundantes para que los trabajadores puedan concentrar sus esfuerzos en los aspectos de sus trabajos relacionados con la toma de decisiones, permitiéndoles mayor libertad a la hora de abordar asuntos importantes, en lugar de verse abrumados por tareas repetitivas y desmotivantes.