La desaceleración económica también ha golpeado a las escuelas de negocios de la región. Una mayor dificultad para conseguir financiamiento es uno de los efectos que esto ha causado a los programas de MBA.
No es novedad decir que la desaceleración económica fue una de las mayores preocupaciones de los latinoamericanos en 2015. Esta golpeó a diestra y siniestra a gobiernos y empresas. Aunque con matices diferentes, asociados al entorno particular de cada país, las escuelas de negocios latinoamericanas no fueron excepción.
Uno de los primeros efectos que han sentido esas entidades fue la reducción, en algunos casos, de la cantidad de candidatos. "En general ha afectado con un número menor de postulantes y con empresas menos dispuestas a financiar estudios", dice Ricardo Ubeda, director del Executive MBA de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibañez (UAI). En el caso de esta casa de estudios, esto se ha sentido menos dada la gran cantidad de estudiantes internacionales.
Una mayor dificultad para conseguir financiamiento es otro de los efectos que la desaceleración ha causado a los MBA de la región, dice Luis Umaña, director ejecutivo de Programas de Maestrías de Incae Business School. "Los bancos se oponen un poco más quisquillosos o estrictos con los requisitos que le piden a los postulantes para ser acreedores a préstamos que necesitan para financiar sus maestrías", asegura Umaña.
La devaluación de las monedas locales también afectó a algunas escuelas. Alberto Willi, director académico del Executive MBA de la argentina IAE Business School, dice que "en nuestro caso, nos volvimos más caros en dólares, eso nos hizo perder atractividad desde el precio, pero lo estamos supliendo con la calidad de nuestro producto y con nuevas líneas de financiación".
Si bien la desaceleración económica golpeó la demanda por los programas más tradicionales de las escuelas de negocios, como los MBA, no se trata de la única oferta educativa posible. "La crisis económica de los últimos dos años contrajo en 20% la búsqueda de estos programas. Esto lo compensamos ofreciendo nuevos cursos", dice James Wright, director de la Facultad de Administración y Negocios de la Fundación Instituto de Administración (FIA) de Brasil.
Uno de los primeros efectos que han sentido las escuelas de negocios es la reducción del número de postulantes en América Latina. Una mayor dificultad para conseguir financiamiento es otra de las consecuencias que la desaceleración ha causado en los MBA de la región. Además la devaluación de las monedas locales también golpeó a algunas de estas entidades educativas.
Diversifica y vencerás
Así como la FIA de Brasil, muchas escuelas de negocios de la región están optando por diversificar su oferta o acelerar este proceso en la medida de lo posible. En el caso de la FIA, por ejemplo, ha aumentado su oferta de formación, en los últimos tres años, con maestrías en Gestión Profesional de Negocios, MBA especializados en temas como Big Data, Inteligencia de Mercado, Seguros y Planes de Pensiones y Gestión de los Agronegocios.
En esa misma línea ha trabajado la Prime Business School de la Universidad Sergio Arboleda de Colombia. De acuerdo a Eduardo Muñoz, director del MBA de esa casa de estudios, la universidad está sumergiéndose más en la diversificación, primero a través de una mayor oferta de programas de educación ejecutiva, tanto de su portafolio tradicional como de los programas "hecho a la medida" de sus clientes corporativos. En paralelo, según Muñoz, la Prime Business School, está inmersa ya en un proceso de creación de nuevas maestrías en las áreas de Gerencia de Márketing, Gerencia del Sector Energético, Gestión Tributaria y Gerencia de la Cadena de Abastecimiento, entre otras. "Algo de vital importancia es que en esta etapa nuestro enfoque está mucho más concentrado en la persona", explica.
Por ejemplo, la malla curricular en las maestrías que ofrece parte con la materia de Inteligencia Relacional, que se enfoca justamente en las relaciones entre personas como eje de toas las demás relaciones, particularmente la de negocios.
Otras escuelas, cuyo foco es el MBA, han optado por renovar su oferta sobre ese mismo programa. Hace tres años, la escuela de negocios costarricense Incae tenía solo dos tipos de MBA: el regular residencial a tiempo completo y el ejecutivo.
Según Luis Umaña, hoy esta entidad cuenta con una mayor cartera de programas. "Tenemos el Global Executive MBA, el cual les da un perfil más global a nuestros alumnos. Asimismo, a partir de agosto de 2016, contaremos con el MBA Global de Incae, impartido en Costa Rica en inglés, el cual tendrá una duración de 14 meses y permitirá elegir una doble titulación, un intercambio con las escuelas con las que Incae tiene alianza o un proyecto de consultoría", dice. También en marzo de 2016, lanzó el MBA Profesional de Incae, el cual tiene una duración de 12 meses, es impartido en Nicaragua, en español, y está dirigido a los candidatos con más de cuatro años de trayectoria profesional.
Algunas escuelas de negocios de América Latina no sólo han expandido su gama de programas, sino también su presencia en países de la región en los últimos años.
Este año, Incae también tiene planeado lanzar un programa denominado MBA Especializado, el cual será impartido en Costa Rica y estará diseñado para darle la oportunidad a los alumnos de especializarse en un área en particular.
Algunas escuelas de América Latina no sólo han expandido su gama de programas, sino también su presencia en países de la región en los últimos años. Esta clase de diversificación geográfica es la que han desarrollado la Universidad Adolfo Ibañez y la Egade Business School del Tecnológico de Monterrey.
Entorno competitivo
Las escuelas de negocios consideran que la competencia en este sector será más dinámica en los siguientes años. "La competencia es cada vez más intensa, no sólo por el número de programas que se ofrece a nivel local y nacional, sino por la gran afluencia de universidades extranjeras que están ofreciendo sus maestrías de manera virtual o semi-presencial", dice Eduardo Muñoz de Primer Business School.
Frente a esta situación, la estrategia de dicha casa de estudio tiene como componente la reestructuración programática de las maestrías, para que la entrega sea coherente con la propuesta de valor, en términos de ofrecer programas integrales, con un marcado enfoque internacional, basado en el humanismo y los valores éticos, y con enfásis en la persona. Un segundo componente, es la oferta de nuevos programas que respondan a las necesidades del mercado, dice Muñoz.
Para algunas escuelas, incluso, la competencia trascenderá al precio de los programas. "No estamos compitiendo en precio, competimos en calidad. En ese sentido, nuestras nuevas maestrías nos posicionan a futuro con una propuesta de valor única en América Latina", asegura Umaña de Incae.
Muchas escuelas también están hoy enfocadas en competir por captar nuevos alumnos internacionales o en tener una mayor presencia en la región.
Lo cierto es que, pese a las condiciones actuales de la economía regional, la demanda de educación persiste, y con ello, las oportunidades para que las escuelas crezcan e innoven.
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