Por Ada Leyva, regional partner en Top Employer Institute, global partner de Ries & Ries Southamerica y directora de IU.
Las compañías de tecnología más grandes del mundo, valoradas en millones de dólares, como Sony, Cannon, EBAY, HP, SAP, Intel, Oracle, Cisco, Amazon, Facebook, Samsung, IBM, Google, Microsoft o Apple, nacieron a partir de una idea que se materializó con la creación de un proyecto. Desarrollaron actividades planificadas que ejecutaron, supervisaron y controlaron con el objetivo de crear un producto o un servicio para solucionar un problema. Aprovecharon una oportunidad y con constancia en el tiempo, obtuvieron resultados.
¿Cómo logra el gestor de proyectos, que los decisores, el directorio, las empresas y los clientes elijan su proyecto? Posicionándolo. ¿Para qué posicionarlo? Es el motivo por el cual van a elegir su propuesta. Compramos productos, servicios e ideas, pero en realidad, elegimos marcas. ¿Qué tienen en común las grandes marcas? Son diferentes, tienen foco en el cliente, generan conexión y emoción.
Más allá de las especificaciones técnicas, económicas y de gestión propias de los proyectos, ¿cómo le aportamos valor al proyecto
desde la perspectiva de una marca?
1. Desarrolla la esencia e identidad de marca del proyecto con alineación, desde la idea hasta la entrega y la experiencia. ¿Qué aspectos hacen a las marcas memorables? Dejan sello y huella en la experiencia. Los grandes proyectos los recordamos por algo especial: por su nombre, propósito o significado. También porque innovaron, fueron el primero, quizás se convirtieron en un ícono o simplemente porque hicieron una gran diferencia.
¿En qué etapas de tu proyecto puedes aportarle diferencial y valor de marca? En el alcance y el impacto, incluyendo indicadores sostenibles y las condiciones que aportan bienestar, desarrollando servicio y los momentos especiales de marca.
Aporta valor tomando en cuenta la tendencia ambientalista en la gestión de proyectos. Incorporarlo implica considerar indicadores sociales y ambientales. Green Project Management ya impulsa a los negocios sostenibles. Considera las tendencias como el movimiento verde, la bioseguridad, los procesos sin contacto o contact less, especialmente en esta coyuntura.
2. Identifica a los actores que intervienen en tu proyecto y el público a quien va dirigido, cierra el círculo: En la mayoría de los casos, podemos identificar claramente quien será el usuario o beneficiario de su realización o implementación, así como el decisor dará luz verde para iniciar y el inversor lo financiará. En otros casos, podemos identificar a aquellos afectados por su ejecución. Así también
encontramos la figura del contratante para su realización, que es distinto al realizador. Desde la perspectiva del promotor, este puede adoptar la figura del patrocinador, sponsor o auspiciador. Verifica a quién le habla tu proyecto.
3. Crea un nombre que represente la esencia, valor y diferencial de tu proyecto: Vincula el nombre con el propósito y razón de ser del proyecto. Relaciónalo con lo que soluciona, resuelve o mejora. Que refleje su identidad. Resume lo que significa, sus valores, visión y cómo hace la diferencia. Que se relacione con quién eres, en qué crees, cómo lo haces y cómo quieres que se sientan con tu proyecto.
4. Decide la Estrategia posiciona tu proyecto: Diseña la identidad de marca de tu proyecto, la esencia, el diferencial, los atributos y el beneficio que implica su desarrollo. Desarrolla su posicionamiento deseado como marca y destaca su posición, propósito y
personalidad. Finalmente, verifica lo que transmite.
5. Desarrolla el pitch y aporta tu personalidad. Haz una presentación oral muy concisa de tu proyecto. Pitch significa lanzar tu
idea al inversor. Crea una historia breve informativa y atractiva de quién eres en el ámbito profesional y sobre tu proyecto, que ayude a conectar. Recuerda que debe reflejar la esencia de tu marca y cómo quieres ser percibido. ¿Cómo lograr que los decisores, el directorio, las empresas y ilos clientes nos elijan? Empoderándonos. Se tú mismo, trae tu personalidad a la mesa. Tan importante como saber
desarrollarlo el proyecto, es saber cómo presentarlo.