Combinando la consulta de un médico online y los datos aportados por tus wearables, sabrás de manera fehaciente si gozas de salud. O si deberías empezar a cuidarte un poco más.
Gracias a tu teléfono, pulsera o reloj inteligentes, hoy en día puedes saber cuántos kilómetros has andado, si tu frecuencia cardíaca es la adecuada o si tu oxígeno en sangre tiene un nivel aceptable. Una larga lista de dispositivos de telemedicina que, junto a una cita con un médico online, pueden dar una visión completa sobre tu salud.
Con los wearables, aparatos inteligentes o dispositivos de telemedicina, que puedes llevar encima de manera natural y cómoda, incluso sabrás si has estado demasiado tiempo sentado. O si has sufrido una caída. Y qué decir de sus posibilidades para analizar si duermes bien o si padeces interrupciones del sueño o roncas con frecuencia. Puede parecer una tontería, pero combinando la consulta de un médico online y los datos aportados por tus wearables, sabrás de manera fehaciente si gozas de salud. O si deberías empezar a cuidarte un poco más.
La tecnología al servicio de tu salud. Y, lo mejor, a unos precios más económicos que hace unos años. Es más, a diferencia de los dispositivos de antaño, se integran perfectamente en tu brazo o en tu bolsillo y puedes llevarlos todo el día gracias a la duración de su batería.
Vigilancia permanente a tus constantes vitales
Puede que tengas una salud de hierro o que tengas alguna patología crónica. También es posible que hayas llegado a esa edad en la que te planteas que deberías cuidarte un poco más si quieres envejecer sin demasiados achaques de salud.
Sea cual sea tu situación, contar con un dispositivo de telemedicina te ayudará a conocer un poco más cómo funciona tu cuerpo. Y si tu salud es la adecuada o necesitas cambiar ciertos hábitos. Todo con la naturalidad y comodidad con la que puedes llevar un reloj o una pulsera en tu brazo. Sin pesadas o complejas máquinas repletas de cables y sensores colocados por todo tu cuerpo.
Más allá de proponer una vida más activa y de cambiar los hábitos sedentarios por la actividad física, las pulseras y relojes inteligentes sirven tanto para ayudarnos a practicar más deporte como a conocer si nuestro cuerpo está bien.
Por citar varios ejemplos. Desde que los wearables llegaron al mercado, muchos vieron en ellos una oportunidad para estar vigilados permanentemente y conocer sus constantes vitales. Diabéticos, personas con problemas cardiovasculares o con cardiopatías, individuos con problemas neuromusculares o de avanzada edad…
A diferencia de un médico, como es obvio, un wearable lo llevamos siempre encima, monitorizando nuestras constantes vitales. El resultado, saber si tu oxigenación en sangre es la adecuada. O, más importante, detectar una posible arritmia antes de que derive en un problema cardíaco mayor.
La información proporcionada por estos dispositivos de telemedicina puede resultar de vital importancia cuando hablamos con nuestro médico. O si contactamos con un médico online a través de una llamada o videollamada. Es la diferencia entre una sensación o síntoma y un dato obtenido mediante monitorización. Empleando sensores y tecnología especializada.
Telemedicina y teleasistencia
Los wearables surgieron como dispositivos enfocados al deporte y la actividad física. Luego ampliaron su campo de acción a la telemedicina y la salud. Pero hay otro ambiente en el que los dispositivos inteligentes que llevamos encima nos son de gran utilidad: la teleasistencia.
Saber si una persona de avanzada edad o que requiere atención especial están bien monitorizando sus constantes o detectando si han sufrido una caída o un ataque epiléptico es algo que tenemos al alcance gracias a un simple reloj inteligente que incluso puede programarse para llamar a un número de emergencia.
La tecnología wearable une la comodidad de estar en tu hogar con la seguridad que ofrece la atención constante por parte de médicos, o más concretamente, la monitorización en tiempo real de tecnología médica que hasta hace poco solo estaba disponible en centros de atención primaria o en hospitales.
Los relojes y pulseras inteligentes no sustituyen la atención médica en hospitales. Pero sí pueden ayudar a los profesionales de la sanidad a obtener datos importantes para comprender los síntomas del paciente y así anticiparnos a problemas futuros más graves.
Los wearables del futuro y la telemedicina
Teléfonos inteligentes que detectan tus desplazamientos, si corres o andas e incluso si subes escaleras. Relojes y pulseras inteligentes que saben si respiras correctamente o si tienes una ligera arritmia. Los wearables del presente ya permiten diagnosticar ciertos aspectos de tu salud. Pero el futuro es prometedor, más si cabe.
Imagina tener un tatuaje en tu piel que monitoriza tus constantes vitales sin que tengas que hacer nada. Tú puedes seguir haciendo vida normal. El tatuaje detectará datos y los enviará a tu teléfono o a un servidor. A posteriori, un profesional de la sanidad analizará esos datos y te ofrecerá un diagnóstico. Pues bien, estos tatuajes electrónicos, que emplean sensores fáciles de imprimir y colocar en la piel, están más cerca.
Otro sector dentro de los wearables que tiene mucho camino por recorrer es el de la ropa inteligente. Que tu camiseta o chaqueta te indiquen si tu temperatura es la adecuada. O si sudas en exceso o si tu corazón late demasiado deprisa. Son solo algunas de las cosas que la ropa inteligente podrá hacer en unos años. Y gracias a los muchos proyectos que hay en la actualidad en distintas universidades y centros de investigación.
Monitorización y asistencia online con dispositivos de telemedicina
Con la telemedicina puedes resolver dudas sobre tus síntomas a través de una simple llamada o a través de una videollamada. Comunicación en tiempo real salvando las distancias y con la comodidad de tu hogar, sin tener que desplazarte.
Combinando el uso de wearables y teniendo a un médico online al otro lado, podrás monitorizar tu actividad diaria y resolver tus dudas o preocupaciones de salud. Y lo mejor de todo, con las ventajas de la medicina presencial, como el cara a cara o la atención personalizada. Y las ventajas de la telemedicina: evitar desplazamientos innecesarios y contactar con un profesional de la medicina en cualquier momento del día.
Los dispositivos de telemedicina y monitorización que llevamos encima pueden resultar de gran ayuda para que un médico online diagnostique con mayor exactitud nuestra dolencia más allá de los síntomas que nosotros mismos detectemos. Y es que toda ayuda es bienvenida, en especial si se trata de salvar las distancias y acortar el tiempo que pasa entre el primer síntoma y el diagnóstico del médico online.
En definitiva, con ayuda de la tecnología presente y futura, representada sobre todo por los wearables, la medicina presencial y la telemedicina tienen poderosos aliados. Con ellos es posible obtener la información necesaria. Eso y saber en todo momento si estamos en buena forma o si tenemos problemas de salud. Una ayuda tanto para nosotros como para el médico que nos atienda.