Desde Page Personnel recomiendan a las empresas establecer políticas claras sobre su uso y funcionamiento.
Los nuevos tiempos demandan que las personas estén cada vez más conectadas, tanto en su vida personal como profesional. La irrupción de las redes sociales como el principal canal de comunicación ha cambiado el estilo de vida y trabajo, generando cada vez más dependencia de las mismas.
Con ello, cada vez son más las empresas que quieren explotar sus ventajas al máximo, reconociendo que las redes sociales pueden ser una buena herramienta de negocios. Sin embargo, existe consenso en que para ello, es vital contar con una estrategia interna para sistematizar su uso.
“En equipos de ventas, donde por lo general no coinciden en horarios o trabajan en sedes distintas, el uso de redes sociales ayuda a fomentar la unidad del equipo, al generar un diálogo constante y enfocado en la coordinación de tareas, no así en equipos de terreno, donde tienden a estar todos reunidos y con supervisión constante”, explica Daniela Sáenz, consultora senior de la división Finanzas de Page Personnel.
Sin embargo, desde Page Personnel explican que el potencial de esta tecnología también alerta sobre el doble peligro que tiene, tanto por la sobreinformación a la que todo trabajador está expuesto como por la tendencia automática de consultar nuestro dispositivo móvil con demasiada frecuencia, perdiendo el foco en la tarea que se está desarrollando.
Para ello, es conveniente establecer una política de redes sociales en la organización, para así reducir significativamente los riesgos de actividades inapropiadas o ilegales.
“Esta política debe ayudar a los trabajadores a entender la línea entre las diferentes normas que pueden aplicarse tanto en sus vidas personales, como en el trabajo. Deben saber qué es aceptable, y dónde están los límites, para poder poner freno cuando corresponda”, sotiene.
Esta política también podría ayudar a los empleadores a defenderse por infracciones de la ley ante cualquier uso inadecuado, particularmente en temas como discriminación, protección de datos o incluso salud y seguridad.
Lo principal medida para prevenir un abuso de las redes sociales que pueda incidir en el trabajo, es seguir el ritmo de su rápida evolución, por lo que las políticas deben revisarse y modificarse periódicamente. La mejor forma de transmitir estos mensajes es a través de las redes sociales.
Recomendaciones
El establecimiento de una política de uso de redes sociales busca que los trabajadores las manejen con un criterio adecuado y sentido común. La idea de normarlas es que las publicaciones o mensajes a título personal no comprometan a la empresa en situaciones problemáticas e innecesarias. Asimismo, es necesario que esa política sea clara y contundente, para no dejar vacíos que generen dudas.
El objetivo de utilizar las redes sociales como herramienta de trabajo debe estar alineado con lograr una interacción sincera con los clientes y usuarios, sin que la empresa se vea involucrada en problemas o que la imagen corporativa se vea afectada.
Para ello, es clave contar, por ejemplo, con un horario determinado, donde el trabajador pueda descansar y disfrutar un tiempo personal, respetando sobre todo los fines de semana.
Es importante dejar en claro los temas que se pueden publicar y los que no en las redes sociales, por ejemplo en LinkedIn. Se deben definir los límites y enfoques de la información contenida en las publicaciones. En esa línea, es importante nunca responder a insultos a modo personal, evitando entrar en discusiones y controversias con la audiencia.
Como último punto, desde Page Personnel destacan la importancia de que esta política establezca un procedimiento para solucionar problemas o situaciones inesperadas en el manejo de las redes. Se debe definir a quién recurrir y qué se debe hacer para evitar que el problema crezca y se vuelva incontrolable, así como especificar si habrá sanciones en caso de un incumplimiento de la misma.