Por Walter Brizuela, fundador y director de la International Businesslogy School - IBLS.
La organización de un emprendimiento, al igual que una familia, es uno de los ejes bisagras camino a la evolución y a la posibilidad de que sea sustentable y sostenible en el tiempo. Por lo tanto, un abordaje natural facilita el desarrollo armónico futuro, tanto de una familia como de una empresa.
En el abordaje natural que proponemos para analizar la organización de un emprendimiento, que le permita evolucionar y progresar; partimos del análisis de la dinámica de una familia, para luego aplicarla a la actividad profesional y empresarial de una persona.
En la familia –la célula básica de la sociedad, de donde todos venimos y cuya estructura y dinámica replicamos a escala en todo el tejido social-, organizarse para desayunar, almorzar, merendar y cenar; son cuatro operaciones básicas que exigen acordar los horarios, formatos y provisiones, que se precisarán para sustentar la producción, stock y distribución de los alimentos. Esta sería el área de operaciones en la familia.
La administración y el flujo de los dineros que ingresan al grupo familiar producto del trabajo de los padres -sean estos, empleados, cuentapropistas, comerciantes, emprendedores o empresarios-, son cuestiones que debemos -los padres primero, y luego los hijos, cuando van creciendo- consensuar, para administrar y financiar las actividades de los miembros del grupo familiar. Muchos utilizamos presupuestos para este menester. Esta es el área administración y finanzas de la familia.
De qué trabajamos y cómo vendemos nuestro trabajo, seamos padres o hijos en edad productiva, es la manera en que se comercializan los conocimientos, el saber hacer intrafamiliar, lo cual –en definitiva- provee el sustento familiar. Esta es el área comercial de la familia, aquella que permite el crecimiento económico y social de sus miembros. Se trata de una de las áreas más conflictivas, pues, en ocasiones, no se sabe vender y lo que no se sabe, se rechaza u opera solo desde la demanda.
Para que la organización se equilibre, se necesita el rol del padre y de la madre en términos de procreadores, generadores y administradores de ingresos para la evolución familiar, en un marco de actividades familiares organizadas y equilibradas. Ambos progenitores desempeñan un rol gerencial.
Seguramente, si hacemos la genealogía laboral de cada miembro de la familia, descubriremos la orientación de padres e hijos, hacia cualquiera de las tres áreas abordadas:operaciones administración y finanzas, y comercial.
En el caso de las empresas familiares, esa estructura y orientación hacia cada una de las áreas mencionadas, generalmente se traslada a la estructura corporativa. Si la familia no posee un emprendimiento comercial conjunto, la preferencia por alguna de estas áreas también quedará reflejada en la carrera profesional de cada uno de los miembros de la familia, en los emprendimientos que impulsen o en las posiciones que ocupen en las compañías para las que trabajen.
De ahí que resulta de vital importancia para una persona y su futuro profesional, reconocer cuál fue su orientación dentro del grupo familiar en relación a las tres áreas de organización. Sabiendo identificarla, comenzaremos a sembrar el camino del progreso, para alcanzar el éxito.
Por esto, organizar un emprendimiento, familiar o no, es tan fácil y tan difícil como descubrir los roles de los miembros de una familia.
Así, organizamos desde esta ciencia del progreso a los emprendimientos de las personas, que desean progresar y prosperar en la vida, trabajando de forma naturalmente ordenada.