Según una encuesta de Trabajando.com en Chile, El 43% de los encuestados aseguraron que en sus empresas no permiten los romances dentro de sus oficinas.
No son pocos lo que pueden relatar una historia de amor en la oficina. Desde la relación entre pares hasta con el jefe o viceversa. Sin embargo, en la mayoría de las empresas no se permiten estos romances, ni son mirados con muy buenos ojos por los mismos empleados.
En el caso de Chile, en Trabajando.com realizó la encuesta “Día de los enamorados” en toda la comunidad laboral (universidades, municipalidades, medios de comunicación, empresas y cámaras de comercio), a más de 3 mil trabajadores de pequeñas y medianas empresas, para saber todo sobre aquellos romances de oficina y de cómo vivirán este 14 de febrero.
En este caso, la mayoría de las compañías no permite romances y una buena proporción de los trabajadores tampoco toma muy en serio este día. Una minoría quiere celebrar el día.
Al contrario de lo que podría creerse, no siempre se juzga ni se castiga una relación amorosa dentro de la oficina. Según una encuesta de Channelnewsasia.com, elaborada el 13 de febrero de 2012, el 80% de las personas que han salido con alguien de la oficina dijeron que no fueron víctimas de malos tratos luego de que el romance se hiciera público, pero deben ser discretos.
Es por ello que entre las recomendaciones que entregan en Regus está el revisar las políticas de RRHH tan pronto como la persona se da cuenta que se está involucrando. Luego es conveniente hablar con el jefe y así evitar que se entere en los pasillos; evitar las demostraciones de afecto en públicos; evitar salir con el jefe o supervisor directo; no permitir que la relación afecte el rendimiento laboral; y evitar algunas tecnologías, como el correo electrónico, para mandarse mensajes, pues todo del departamento de TI los leerá.
En Regus dicen que cuando la relación termina, no será el primero ni el último, por lo que la persona podrá sobrevivir a los rumores y las miradas de pocos amigos en el centro de socialización.
Sin embargo, si tiene un lugar de trabajo flexible, no está atado a sentarse en el mismo escritorio todos los días por los meses y años que vienen, lo que permite evitar las miradas ofendidas de su ex. En vez de eso, el trabajador es libre de reubicarse rápidamente en un espacio de trabajo distinto en la misma ciudad, igual de conveniente e igual de flexible.
Resultados de encuesta de Trabajando.com: