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¿Cómo sobreponerse a una pandemia? Los Millennial y la Generación Z tienen la respuesta
Jueves, Octubre 29, 2020 - 12:21

Ellos cuentan con la resiliencia y otras habilidades claves para salir adelante.

Innovar ha sido un concepto clave para la humanidad. Superar las adversidades con creatividad y rapidez es uno de los principales retos que trae consigo la vida digital; no obstante, la “nueva normalidad” está agudizando aún más este desafío.

¿Cómo sobreponerse a una pandemia? Las generaciones Millennial, nacidos entre 1981 y 1994, y Z, quienes nacieron entre 1995 y 2003, parecen tener la respuesta: la resiliencia y otras habilidades.

Desde Capabilia, comparten algunas reflexiones.

Recuperar la normalidad: la cotidianidad de las nuevas generaciones

Proveniente del verbo latino resilio, que quiere decir “saltar hacia atrás”, la resiliencia refiere a la capacidad de recuperarse y adaptarse ante situaciones críticas e inesperadas. Por lo que podríamos afirmar que ser resiliente no siempre significa generar algo nuevo, sino encontrar soluciones para sobreponerse ante las circunstancias y regresar al mejor estado. 

Los Millennials y Generación Z representan el 35% y el 24% de la fuerza laboral actual a nivel mundial y, a pesar de la presión efectuada por la pandemia, la Encuesta Global Millenial 2020 de Deloitte, demostró que dichas generaciones disminuyeron sus niveles de estrés incluso después del “pico esperado”.

De esta forma, Millennials y GenZs están demostrando tener las habilidades y herramientas necesarias para adaptarse y “regresar a la normalidad”.

Resiliencia

El COVID-19 ha significado pérdidas para muchas empresas, sobre todo en aquellas que suelen usar sistemas de gestión tradicionales, es decir, que la pandemia evidenció los protocolos obsoletos y las limitaciones de adaptación de cientos de compañías. Sin embargo, no todas son malas noticias, pues la pandemia está resultando una oportunidad única para analizar y comprobar modelos comerciales y reconstruirlos hacia sistemas más resistentes y adaptables. 

Para salir adelante, las empresas deben no sólo mitigar el daño, sino encontrar una ventaja dentro de la crisis. Aquí es donde radica el verdadero sentido de la resiliencia: prosperar, no sólo sobrevivir en situaciones tan vertiginosas y cambiantes. Y si alguien sabe o está acostumbrado a eso son los Millennials y GenZ, quienes han necesitado aprender a absorber el estrés mientras, con rapidez, logran recuperar la funcionalidad crítica de una empresa para proyectarla, no sólo para que resista.

Habilidades blandas y resiliencia: cómo formarlas

El estudio Soft Skills 4 Talent de la firma especializada en formación de talento Manpower Group, el cual contó con la participación de 3.791 empresas de ocho países europeos, arrojó a la resiliencia, la creatividad, flexibilidad y aprendizaje activo como algunas de las habilidades blandas sobresalientes en los Millennials, las cuales continúan en las generaciones siguientes.

Una pregunta constante es ¿cómo las adquirieron? La discusión es amplia al respecto: que si es una respuesta cuasi natural a las circunstancias o es el resultado de lo que formaron las generaciones anteriores: los X y los Boomers.

Disertar respecto al origen de las habilidades blandas de Millennials y GenZ no resulta tan interesante como la importancia de formarlas o instruirlas, en especial la resiliencia. Según la USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), existe una relación simbiótica entre la educación y la resiliencia. Para este organismo, los sistemas educativos tienen ciertos atributos que los colocan en una posición única para desarrollar dicha habilidad de manera individual, comunitaria y sistémicamente.

Asimismo, los sistemas educativos a nivel mundial están buscando la forma de incorporar la resiliencia en sus programas, pues se está demostrando que esta habilidad ayuda a fomentar el capital humano y social de los estudiantes, que les da seguridad ante las crisis, así como desempeña un papel importante en el fortalecimiento de la comunidad. Se trata de formar personas curiosas, positivas y sociales; para lo que se están implementando las competencias profesionales como formas de evaluación, el empoderamiento (hacerlos sentir útiles) y un refuerzo de las emociones y sentimientos comunitarios dentro de las aulas tanto virtuales como presenciales.

Autores

AméricaEconomía.com