No es fácil entender cómo nos perciben los demás. A menudo no tenemos ninguna certeza, no tenemos claro o incluso ignoramos por completo lo que proyectamos.
Esta falta de autoconsciencia puede ser un obstáculo en tu carrera. Los psicólogos lo llaman la ilusión de la transparencia: la creencia de que todos somos libros abiertos y que la gente puede ver nuestras intenciones.
Aunque sabemos que la mayoría de nosotros no proyectamos claramente nuestras intenciones, nos confiamos y formamos nuestras impresiones a partir del impacto que sentimos. Además, en las organizaciones, estas impresiones a menudo tienen su origen en terceros.
Tomar en cuenta esa impresión colectiva puede darnos información valiosa acerca de lo que nos funciona y las áreas en las que quizá debemos ajustar nuestro estilo. Quizá te digan que tus habilidades de ventas necesitan afinarse, pero no que la gente te considera egoísta. ¿Cuál tiene más impacto en tu carrera?
Determinar cómo te perciben los demás tan solo requiere un par de preguntas bien formuladas a algunas personas clave. Ten en mente que jamás llegará un buen momento para hacerlo, así que mejor supón que ahora es el momento adecuado. Utiliza este proceso como guía:
- Elige a cinco personas. Escoge a colegas que te vean seguido en situaciones laborales relevantes: jefes, ejecutivos, subordinados directos, compañeros o incluso antiguos colegas.
Los colaboradores influyentes que se mantienen bien informados son fuentes grandiosas. Si conocen más de un aspecto de tu trabajo o tu vida, qué mejor. Aunque es importante que haya personas confiables en tu grupo, asegúrate de elegir a personas que te digan las cosas como son.
- Plantéales dos preguntas sencillas diseñadas para llegar a la sabiduría colectiva: ¿Cuál es la percepción general que se tiene de mí? ¿Qué podría hacer de otra manera para tener el mayor impacto en mi éxito?
- Controla tu reacción. Resístete a la tentación de dar explicaciones, defender tus decisiones o revelar tu decepción. Pide detalles o ejemplos si los necesitas, y termina con un agradecimiento sincero.
- Cuando hayas acabado las entrevistas, busca temas y puntos reiterados. Si la percepción que se tiene de ti encaja con tus intenciones, perfecto. Si no, es hora de cambiar tu comportamiento y empezar a transformar esa percepción de ti.
Muchas veces los clientes han vuelto a mí después de completar este ejercicio y dicho: “¿Por qué no me lo dijiste antes? ¡Eso lo puedo cambiar fácilmente!”.
(Kristi Hedges es capacitadora sénior de liderazgo y se especializa en la comunicación ejecutiva)
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