Quienes cuentan con una institución financiera invierten sin darse cuenta y a pesar de que estos instrumentos han tenido buenos rendimientos históricos, existen más opciones para incrementar los recursos.
Ya nos hemos referido a la pérdida de sentido que la palabra "pensión" tiene para los trabajadores de la generación Millennial, debido a que su jubilación será muy diferente a la que vivieron sus padres.
Para los trabajadores que tienen entre 18 y 35 años, jubilarse con su sueldo íntegro es sólo un sueño, pues cálculos de la Consar han demostrado que con las aportaciones obligatorias que realizan a su afore sólo podrán aspirar a una pensión equivalente al 30% de su último salario en México.
¿Por qué? Porque todos los que hayan comenzado a cotizar en el IMSS después de 1997 se jubilarán sólo con los recursos que hayan acumulado en una afore y éstos serán insuficientes.
Si tienes afore ya te habrás dado cuenta que quincena tras quincena se te descuenta para tu ahorro para el retiro. Esas aportaciones se complementan con aportaciones del patrón y el gobierno, y el resultado es el 6.5% de tu sueldo: algo insuficiente.
La medida más inmediata para incrementar el ahorro para el retiro es recurrir a las aportaciones voluntarias, es decir, el trabajador puede poner en su afore los recursos que él desee. Con la afore inviertes sin darte cuenta y si bien estos instrumentos han tenido buenos rendimientos históricos, hay más opciones para hacer crecer tus recursos.
Así es, invertir es lo que hará que los millennials no tengan por qué preocuparse por los recursos con los que contarán al momento de retirarse. Pero lo preocupante es que la mayoría no piensa ni siquiera en invertir, mucho menos en hacerlo para su jubilación.
Una encuesta de 2014 elaborada por Banamex y la UNAM reveló que el 96% de los jóvenes entre 15 y 29 años no contaba con una inversión bancaria por dos principales razones. La obvia: no contaban con recursos suficientes, y la preocupante: no les interesaba.
Sin embargo, se ha convertido en casi una obligación conocer los instrumentos de inversión —sobre todo los rendimientos que otorgan— y éstos van más allá de poner un negocio o involucrarse en el mercado inmobiliario, opciones que si bien constituyen buenas opciones, no resultan tan viables para las generaciones más jóvenes.
Si eres de los que desea dejar de preocuparse por el retiro, hay opciones como los Planes Personales de Retiro o los Fondos de Inversión.
Los primeros, también conocidos como PPR, son cuentas de ahorro que van generando rendimientos y, como su nombre lo indica, se puede disponer de ese dinero al momento de la jubilación. Una de sus ventajas es que esas aportaciones pueden ser deducibles de impuestos.
Si un joven de 25 años aporta el 6.5% obligatorio a su Afore y además aporta a un plan personal de retiro o un fondo, para el momento de su jubilación, su tasa de reemplazo (el porcentaje del último sueldo con el que se retira) ya no será del 30% sino del 70 u 80%", asegura Francisco Villa, Director Soluciones Grupales de Principal Fondos de Inversión.
En tanto, un fondo de inversión permite combatir la idea de que se necesitan grandes cantidades para invertir, pues hay operadoras que te permiten abrir una cuenta desde US$55, además, el beneficio es que te asesoran sobre tu perfil inversionista, es decir, con base en tus objetivos y aversión al riesgo, determinan si es bueno poner tu dinero en inversiones arriesgadas o conservadoras.
De cualquier manera, si eres constante y dejas que ese dinero se invierta hasta el momento de tu jubilación, el porcentaje que corresponderá a rendimientos podría superar por mucho las aportaciones que hagas. Recuerda que una inversión como las enfocadas al retiro, se benefician del tiempo y entre mayor sea el plazo, los beneficios también crecerán.
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