En México, muchos emprendedores difícilmente llegan a ver alguna repercusión de sus negocios en la red de redes.
Internet es el escaparate de la economía digital. Las redes sociales y las aplicaciones se han convertido en un importante canal de comunicación entre negocios y sus clientes y la nube en parte esencial de la infraestructura de operación de dichos negocios. En México, muchos emprendedores difícilmente llegan a ver alguna repercusión de sus negocios en la red de redes.
Un estudio de The Failure Institute y Facebook refleja esta situación. Según sus resultados, sólo uno de cada 10 emprendedores mexicanos cuyo negocio fracasó y que anunciaron o vendieron su producto o servicio en internet tuvieron un éxito rotundo en la red de redes. Si bien no es posible establecer una correlación directa entre las competencias digitales de estos emprendedores y el fracaso de sus emprendimientos, estas cifras reflejan que las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) no son de mucha ayuda para el desarrollo de nuevos negocios en México.
El estudio de The Failure Institute y Facebook analiza el efecto que tienen las competencias digitales y su ausencia en el entorno emprendedor en México. Por ello, hace un examen cuantitativo y cualitativo sobre el uso que le dieron a las TIC 200 emprendedores de la República Mexicana que tuvieron un negocio que fracasó.
“Si no estás en redes sociales, no estás”
Los emprendedores están conscientes del papel que juega el terreno digital en el desarrollo de su negocio. “Puedes ser la empresa más grande del mundo o el changarrito de la esquina, si no estás en redes sociales, no estás”, dijo uno de los participantes.
De acuerdo con Leticia Gasca, directora ejecutiva de The Failure Institute, centro de estudio del fracaso en el emprendimiento, hace cincuenta años, quien era competente era quien sabía leer, escribir y hacer cuentas, pero actualmente, esto ya no es suficiente. “Con el surgimiento de las tecnologías, ahora la alfabetización también debe ser digital”, dijo durante una entrevista con El Economista.
El estudio analiza 21 competencias digitales agrupadas en cinco áreas clave y que están basadas en el Marco Europeo de Competencias Digitales, desarrollado por el Joint Research Centre (JRC):
- Información y alfabetización de datos
- Comunicación y colaboración
- Creación de contenidos digitales
- Seguridad
- Resolución de problemas.
Colaboración e innovación, pero también crítica
De acuerdo con el estudio, las competencias digitales son competencias transversales que suponen la utilización de las tecnologías digitales de manera crítica, colaborativa y creativa.
La colaboración y la innovación han sido los mantras del emprendimiento en la economía digital, pero la crítica es un tabú al momento de analizar el próximo paso de un emprendimiento incluso desde el momento en que se realiza una búsqueda por internet.
Según Gasca, un ejemplo práctico de que la crítica es básica a la hora de usar las tecnologías es que siete de cada 10 emprendedores que participaron en el estudio suelen indagar sobre el origen de la información que encuentran en internet para su negocio y compararla con otras fuentes.
Este papel de la crítica en el uso de la tecnología también queda evidenciado en que la comunicación de los negocios con sus potenciales clientes no tenía resultados pese a las altas capacidades que tienen los emprendedores para comunicar y difundir contenidos en internet.
Las deficiencias se replican en el entorno digital
La mayoría de los emprendedores encuestados saben enviar correos electrónicos, publicar en Facebook, enviar mensajes instantáneos y utilizar chats. Esto también sucede hacia el interior del negocio, pues los emprendedores saben editar presentaciones, hojas de cálculo y documentos de texto y en muchos casos, pueden cambiar la configuración de sus aplicaciones y hasta la de su sistema operativo. Lo mismo ocurre en lo que respecta a la seguridad, pues los emprendedores utilizan antivirus y contraseñas seguras.
Sin embargo, cuando se trata de abordar los aspectos legales de la publicación y difusión de contenidos en internet, los emprendedores empiezan a cojear. “También se presenta una gran área de oportunidad para que los emprendedores aprendan sobre propiedad intelectual en internet”, dijo Leticia Gasca.
Es decir que los emprendedores tienen altas competencias tecnológicas pero no saben cómo o para qué usarlas, lo que también queda patente en el hecho de que la categoría de resolución de problemas es en la que más deficiencias se encontraron entre los encuestados. Dicho esto, de acuerdo con Leticia Gasca, no hay una diferencia significativa entre las causas del fracaso encontradas en otros estudios de The Failure Institute y el que acaba de realizar en colaboración con Facebook.
“Las causas de fracaso coinciden con lo que habíamos encontrado anteriormente. Lo que más les pesa es la mala planeación financiera y justamente lo que dan las competencias digitales es que esto se puede resolver de manera más sencilla, porque hay tecnología para hacer planeaciones financieras”, dijo.
De acuerdo con el estudio, para contrarrestar este desequilibrio en el uso de las TIC dentro del emprendimiento en México la educación es un factor esencial. Ya sea a través de incubadoras o de programas de estudio en las escuelas mexicanas, la alfabetización digital tiene que pasar sí por el aprendizaje de las herramientas tecnológicas, pero también por “qué implica ser competente en el plano digital y cómo es relevante para sus negocios y vidas”.
FOTO: PEXELS.COM