Tienen los deseos, la experiencia y las competencias, pero recién las empresas los están tomando en cuenta. Lo que comenzó en países desarrollados actualmente se lleva a cabo en América Latina, de la mano de Laboro 50/50, organización que funciona de nexo entre las empresas y directivos que sobrepasan los 50 años.
De siempre se ha sabido que mantener el empleo a contar de los 50 años es complejo, dificultad que se incrementa cuando estos son desvinculados de las empresas y deben empezar a conseguir un trabajo. Las organizaciones generalmente invierten menos en profesionales de esta edad.
Aunque en países de Europa y Estados Unidos existen iniciativas para ayudarles a hallar un empleo nuevamente, como Prime, Workforce 50 o YourEncore; en América Latina iniciativas como estas se están reproduciendo.
Las fórmulas dirigidas a esta generación efectuadas en los países desarrollados se adecúan a diferentes necesidades. Existen plataformas que le encuentran trabajo a jubilados sin capacitación ejecutiva, entidades que funcionan como intermediarias entre científicos e ingenieros y compañías, también las que hacen el nexo entre ejecutivos senior desempleados y posibles empleadores. Esto último es lo que está empezando a aplicar en América Latina, específicamente en México.
Y no es menor, tomando en cuenta que en el mercado laboral mexicano 27% de la población ocupada corresponde a este segmente etario, se encuentran en medio de las Generaciones X (36% de ocupación) e Y (24% de ocupación), según un estudio elaborado por Deloitte.
Es en tierras aztecas donde se lleva a cabo la iniciativa Laboro 50/50, creada hace menos de un año con la promesa de que los ejecutivos que bordean esta edad encuentren un trabajo. La organización funciona como nexo entre los profesionales directivos desempleados -quienes al inscribirse pasan a ser asesores- y las empresas, que van desde pequeñas a grandes. Cuando estas desean contactar a un asesor se inscriben gratuitamente, buscan el perfil que requieren entre los nombres que están dispuestos en una base de datos y una vez que escogieron a la persona cancelan Laboro 50/50 cerca de 5 mil pesos mexicanos (US$409 ).
Los asesores, en tanto, no pagan por aparecer en la lista, pero sí deben cumplir ciertos requisitos: tienen que tener entre 50 años y más, acreditar más de 20 años de experiencia profesional, haber ocupado puestos con responsabilidad, autoridad y toma de decisiones y registrar un ingreso igual o superior a los US$50.000 anuales.
“Los mayores de 50 años están en una situación compleja. En México, 7 de cada 10 oportunidades son para menores de 35 años. A esto se suma que pocas empresa están dispuestas a contratar a alguien mayor de 50 años de forma tradicional, y por eso surge esta idea, que resuelve tanto la necesidad de la empresa como la del asesor. Las empresas y los profesionales no es tan obligados a una relación permanente”, explica Adriana Muñoz, directora de Laboro 50/50.
El repunte de los quincuagenarios
Son escasos pareciera, pero se trata de los que generalmente toman las decisiones en las empresas y deben moverse en un ambiente con profesionales mucho más jóvenes y con un estilo de trabajo y vida distintos.
En el estudio “Temporary Derailment or the End of the Line? Unemployed Managers at 50" elaborado por Yiannis Gabriel y David E. Gray,
de la escuela de negocios Royal Holloway de la U. de Londres, se analiza el comportamiento de los profesionales y directivos de 50 años que perdieron sus trabajos a raíz de la crisis financiera de 2008. En este se analizó si los directivos habían sido capaces de anticipar que las empresas los despedirían, pero estos en su mayoría fueron incapaces de predecirlo. Una de las razones fue que se consideraban tan capaces, creyendo ser insustituibles para la compañía. Pero no es sólo eso, sino que estas personas tienen deseos de continuar trabajando y por lo mismo intentan mantenerse en su cargos o si son desvinculados prueba levantando un negocio.
Probablemente tomando como referencia esta clase de conductas es que Laboro 50/50 ha tenido buen recibimiento. El comunicador Mario Ocampo (52) fue despedido en octubre de 2010, fecha en la que la empresa le ofreció el servicio de outplacement para que se prepara para encontrar empleo. Esta instancia le permitió darse cuenta que desde ese momento debía hallar su valor agregado, no tardó mucho en percatarse que este era el manejo de crisis. “Ofrezco asesoría en relaciones públicas, asesoramiento en diferentes ámbitos a individuos y empresas. Estoy asesorando a Howard Johnson Hotel Alameda para organizar los eventos, reposicionar su imagen, puesto que es una marca importante en Estados Unidos que vuelve a México”, dice.
Ocampo por el momento está trabajando en un proyecto dividido en fases con este hotel. La primera etapa cree él culminará en noviembre de este año para retomar el trabajo en febrero próximo.
Y las empresas se han mostrado interesadas, tanto como la compañía mexicana Soportec, proveedora de servicios de información. “Inicialmente buscamos un asesor para el tema de finanzas y controles administrativos, para ver el tema de la obtención de créditos y la implementación de un plan de negocio.
Si bien sé que hay personas que buscan posicionarse, con él coincidimos en que quería trabajar por proyecto. También buscamos a alguien en Recursos Humanos y Mercadotecnia,”, relata Jaime Sandoval, director general de Soportec.
Al perecer, la iniciativa que se está impulsando en México tiene seguidores al sur de América. Muñoz explica que ha tenido conversaciones en Chile y Perú para replicar esta fórmula que promete, tomando en cuenta que estos ejecutivos no sólo tienen los deseos de seguir aportando al mercado laboral, sino que poseen las capacidades y experiencia para ello. La tendencia es que las empresas se están comenzando a dar cuenta del potencial de los jubilados.