Denominada la ciudad “milagro” y capital del Quindío, conserva rasgos de arquitectura colonial y contemporánea. A la fuerza del café hoy está sumando la energía del turismo.
Como una buena muestra de que el realismo mágico forma parte de las tierras colombianas, recientemente un buen número de jeeps de los años 40 y 50 formaron parte de las celebraciones del aniversario número 125 de la ciudad de Armenia.
La actividad automovilística es uno de los espectáculos más singulares del mundo: el desfile del Jeepao. En la oportunidad, unas 25.000 personas se dieron cita para apreciar el paso los famosos “Willys” perfectamente bien conservados de los años 40 y 50, que hasta el día de hoy se usan en la zona para trasladar el café y a sus recolectores de un lugar a otro.
Los jeep fueron modificados a la antigua usanza de la ciudad y de variados colores, paseándose frente al público y jueces junto a sus dueños que en diversas ocasiones, mostraron sus habilidades conductivas como salirse del vehículo y hacer equilibrio en el techo, mientras éste aún se encontraba en marcha. Todo real y mágico, por supuesto.
La alcaldesa de Armenia, Luz Piedad Valencia, señaló que “este desfile es parte de lo que denominamos el paisaje cultural cafetalero y fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Ubicados en el corazón de Colombia y rodeados de montañas, son cuatro los departamentos en donde el café es el eje de la economía: Caldas, Risaralda, Valle del Cauca y Quindío. En esta ultima zona resalta la ciudad de Armenia.
Denominada la ciudad “milagro” y capital del Quindío, conserva rasgos de arquitectura colonial y contemporánea.
Su vocación cafetalera le ha dado cabida al desarrollo turístico de su gente amable y hospitalaria. Es así como visitar las fincas -con casas patronales que pueden llegar fácilmente a los 130 años y que sirven de hospedaje para que el visitante aprenda todo acerca de las labores agrícolas y el proceso del grano- puede ser un excelente lugar para disfrutar.
La alcaldesa resalta que “las fincas se han convertido en hoteles y sitios turísticos. Alojar en ellas es vivir toda una experiencia maravillosa”.