Arreglados ya los problemas con el canal Showtime, la nueva temporada de la serie se anuncia para febrero de 2016 y las expectativas que genera son muy amplias.
La dirección de todos los capítulos y la suma de horas adicionales al proyecto, son las principales ventajas que se aprecian en el acuerdo definitivo que el cineasta estadounidense David Lynch alcanzó con el canal de pago Showtime para llevar adelante la tercera temporada de la reconocida serie “Twin Peaks”.
Las negociaciones fueron complejas. En abril, el propio Lynch anunciaba que se bajaba del carro: la principal razón, diferencias económicas. A mediados de mayo, en tanto, vía Twitter el talentoso director confirmó su definitivo regreso.
Los actores principales ya lo habían advertido ante la televisora, Kyle MacLachlan, Sheryl Lee y Sherilyn Fenn entre ellos. “No hay futuro sin David Lynch”.
De hecho, hicieron un video que viralizaron en las redes con la idea “Twin Peaks sin David Lynch es como…”, en el que diversos miembros de la producción completaban la idea con frases como “un pastel sin cerezas”, “un ojo sin ceja”, “una chica sin secretos” o “un sheriff sin donuts”, entre otros.
Quien también expresa alegría en las redes es el propio presidente de Showtime, David Nevins: “Ha valido la pena el tiempo extra y las cosas son mejores que lo esperado. David dirigirá todo y al final serán más de las nueve horas anunciadas originalmente. ¡La pre-producción comienza ahora!”, dijo en los medios estadounidenses.
La nueva temporada se anuncia para febrero de 2016 y las expectativas que genera son muy amplias, especialmente porque la serie sólo tuvo dos temporadas y fueron muchos los flancos por los que se puede regresar a la historia principal.
Luego de las dos temporadas originales, el director encabezó un largometraje en el que se resumió toda la trama: “Twin Peaks: Fire Walk with Me”, conocida en español como “Twin Peaks: El diario de Laura Palmer”.
Transmitida por primera vez el 8 de abril de 1990, “Twin peaks” fue creada por el propio Lynch y Mark Frost. Básicamente, se centra en el asesinato de una joven llamada Laura Palmer en el pequeño pueblo ficticio de Twin Peaks. El caso llega a manos del agente del FBI Dale Cooper, quien debe desentrañar la compleja trama.
La serie está construida con atmósferas oníricas y de muchos significados, con personajes sorpresivos, profundos y difíciles de caracterizar en una línea.
Un crítico apuntó recientemente que “el regreso de la serie es tan importante para la industria de la televisión como si alguien en este momento quisiera hacer una nueva versión de Lo que el viento se llevó”.
El regreso fue tan complejo y sorpresivo como la serie misma. En 6 de octubre de 2014, Lynch escribió en Twitter “queridos amigos, está pasando de nuevo”, citando claramente al personaje que anunciaba la aparición de una nueva víctima en el pequeño poblado de la historia. Pero, como vimos, las cosas tuvieron sus recovecos.
Con películas tan notables como distintas a lo tradicional en el cine (“El hombre elefante”, 1980; “Terciopelo azul, 1986″ y sobre todo “Corazón salvaje, 1990, con la que obtuvo la Palma de Oro en Cannes), el director aterrizó con comodidad en la pantalla chica.
Gran parte del éxito se basa en que Lynch no tuvo miedo en reconstruir su mundo creativo en la TV, espacio en el que varios de esos aspectos no formaban parte de los códigos de la “lógica”.
La nueva etapa se basa en la tradición de la serie original, proporcionando esperadas respuestas o planteando nuevas preguntas. Con un año de anticipación, la estrategia de anunciar la serie busca hacerle frente a muchos aspectos que en su momento no se manejaron en los años 90.
Luego de sus primeros ocho capítulos, por ejemplo, “Twin Peaks” estuvo a punto de cancelarse por el rating bajo lo esperado. Sin embargo, la fuerza de su final obligó a la realización de una segunda parte.
Showtime sabe que, al lado del componente artístico, aquí hay inversiones y un gran negocio por el que se están jugando. Claramente buscan que la serie sea un cañonazo antes de que salga al aire.
El investigador mexicano Mario Székely cree que “David Lynch tiene elementos de sobra para sorprender a las nuevas generaciones”.
Si se es literal a la serie, sus casi treinta capítulos propusieron un universo, con intensos y bizarros personajes que perfectamente pueden regresar en un interesante ejercicio entorno al paso del tiempo. La serie cuenta con misterios suficientes que pueden empezar a resolverse.
Si en su momento el director y su creación televisiva fueron capaces de hacer de la pregunta “¿Quién mató a Laura Palmer?” algo así como un leit motiv generacional, la cuestión ahora es ver cómo Lynch y los suyos son capaces de captar el pulso de lo que está pasando afuera e incorporar esas inquietudes en el regreso de la serie.
