Con dimensiones importantes, mide 1,22 x 1,83 metros, la guía cartográfica fue creada por un experto alemán y contiene variadas descripciones sobre regiones y civilizaciones que hoy no pueden leerse a simple vista.
Más de cinco siglos después, Cristóbal Colón sigue dando que hablar. Son varios los equipos de historiadores, cartógrafos, arqueólogos y expertos que analizan sus pasos.
A la discusión que se originó durante mayo de este año con el supuesto hallazgo de la "Santa María", la nave insignia que formó parte de la expedición a las aún llamadas Indias, y que naufragó en el Caribe, ahora se suma el trabajo que varios expertos hacen con el mapa que sirvió de guía al marinero italiano.
Se trata del "Mapa de Martellus", creado en 1491 por el cartógrafo alemán Henricus Martellus, y que representa la superficie de la Tierra desde el Atlántico en el oeste hasta Japón en el este, incluyéndose variadas descripciones de regiones y civilizaciones en latín.
El paso del tiempo ha hecho lo suyo con la tinta y el material de soporte de la obra cartográfica, por lo que actualmente resulta imposible leer los textos a simple vista.
De allí que un grupo multidisciplinario de la Universidad de Yale desarrolla un minucioso trabajo a partir de la captación de diversas imágenes del mapa en frecuencias lumínicas específicas, incluidas la luz ultravioleta y la infrarroja.
La combinación de todas ellas, y el posterior procesamiento digital de la información recogida, revelan información comúnmente imperceptible al ojo humano. La técnica es conocida como "imágenes multiespectrales" y se tiene mucha confianza en torno a la ayuda que pueda prestar para conocer lo que permanece oculto en el llamativo trabajo cartográfico del alemán.
Con dimensiones importantes, el mapa mide 1,22 x 1,83 metros. No se sabe cuántas copias existieron de él. A pesar de su ascendencia, Martellus se desempeñaba laboralmente en Florencia, Italia. Y ahí puede establecerse otro nexo con Colón.
(brbl-zoom.library.yale.edu)De acuerdo a los antecedentes históricos, el marinero financiado por España (que también manejaba conocimientos cartográficos) partió en agosto de 1492 hacia el oeste desde las Islas Canarias, esperando encontrar una nueva ruta de comercio para las Indias y Asia.
La ruta que sigue el genovés es con rumbo a Japón, en la misma dirección que lo indica el mapa de Martellus. Sin embargo, el descubrimiento de Colón no estaba ni en la mente de Colón ni en el mapa del alemán. Debió pasar casi un par de décadas hasta que no se tomara conciencia del lugar que se había encontrado.
La investigación realizada en Yale no sólo arroja datos en torno a lo que está escrito en el mapa, y que mediática y popularmente ha dado pie para variadas versiones, sino que también ayuda a entender el importante desarrollo de la ciencia cartográfica.