Los Baby Boomers, y las generaciones de las últimas letras del abecedario (X, Y y hasta Z), trabajan juntas en las empresas, pero tienen diferencias más profundas que la edad que señala el documento de identidad.
“Yo llevo 15 años en esta empresa, y sé como se tienen que hacer las cosas”, es la frase que le dijeron a Juan Pablo Guerra (29), cuando llevaba 6 meses trabajando en una repartición pública. Una frase que se repite bastante entre ejecutivos de diversos ámbitos empresariales.
“Yo llevo seis meses, pero eso no importa. Lo importante aquí es resolver el problema”, le contestó Guerra, quien ahora trabaja como analista de control de gestión en la empresa chilena Indumotora.
En el ambiente laboral actual conviven varias generaciones: la generación X (nacidos en los años 70), la generación Y (nacidos en los 80), así como también los Baby Boomers, que nacieron durante las época de post-guerra, y algunos que aún conservan la energía pese a estar cerca de la jubilación.
En futuro no muy lejano comenzarán a incorporarse también al mercado laboral, profesionales de la llamada generación Z, que nacieron en los años 90.
Los de la generación Y son activos y ansiosos, y pueden hacer varias cosas al mismo tiempo. “Les gusta ser parte del mundo digital y se abren al mismo sin miedo (a veces demasiado imprudentemente) y son parte de una red social porque sino, no existen", dice Eduardo Suárez Battan, socio de la firma de head hunting Suarez Battan & Asociados, que tiene operaciones en Chile y Argentina.
Según explica Suárez, estos jóvenes piensan primero en ellos y después en la empresa o el trabajo que les toca, son capaces de cambiar de trabajo sin mucho pudor y sin pensar que eso les perjudica la carrera porque no tienen una visión de largo plazo. “Saben que a las empresas no se va ni full time ni full-life. Traicionaron a los Baby Boomers en varias oportunidades”, dice.
Los Baby Boomers, en tanto, están pensando en su retiro o en transferir los conocimientos a la próxima generación X. “Ellos tienen grandes desafíos para entender a estos chicos no tan lejanos de ellos y que parecen tan distintos”, asegura Suárez.
La generación X, por su parte, todavía no puede entender cómo la generación Y no tiene el compromiso que ellos heredaron de los Baby Boomers, pese a que quieren un mayor balance de vida profesional y personal.
“Eso es lo que ellos creen que es correcto. Un equilibrio mayor al que tenían los Baby Boomers, que fueron educados por padres y empresas a trabajar duro y para toda la vida en el lugar que les tocara en suerte”, dice Suárez.
La edad como fuente de conflicto
Frente a este escenario, el clima laboral no puede estar exento de conflictos y "el cómo trabajan unos y otros es algo fundamental para comprender el origen de las diferencias entre generaciones", dice Ignacio Trujillo, director de la consultora argentina Alas.
“Las generaciones mayores aprendían que en una empresa estaba bien visto callarse, no decir muchas cosas. En cambio, las generaciones nuevas dicen lo que se les pasa por la cabeza. Tienen baja tolerancia a las situaciones que no les gustan y quieren hacerlo saber”, dice Trujillo.
Hay varios motivos recurrentes de conflicto en las organizaciones. Según el brasileño Roberto Machado, managing director de la consultora Michael Page, uno de ellos es "la falta de aceptación por parte de los profesionales senior de tener que reportarse, muchas veces, a alguien más joven y con menos experiencia.
Además, no logran entender cuáles son las motivaciones o metas de los más jóvenes y no comparten su impaciencia por un rápido crecimiento laboral, sin contar con la voz de la experiencia.
Machado también dice que una causa de conflicto es la percepción de cierta falta de compromiso del joven con la empresa. “Un ejemplo de ello se produce cuando el jefe se queda trabajando hasta tarde y el joven sale a hacer actividades extra empresa”, indica.
Los jóvenes, en tanto, pierden la admiración y el respeto por las generaciones más antiguas “cuando ven que estos profesionales no se actualizan en cuanto a tecnología, idiomas, academia, tendencias, etc”,dice Machado.
La llegada de la generación Z
Hay una generación que cada vez está más cerca de las puertas del mercado laboral. Se trata de los jóvenes nacidos en los 90, quienes se criaron frente a computadores y parecen ser aún más cortoplacistas que la generación Y.
Si bien aún es difícil establecer una patrón sobre sus conductas profesionales, se pueden adelantar algunas tendencias.
“Ellos vienen prácticamente con el computador en la mano. A veces van a querer solucionar las cosas con tecnología, y hay cosas que se deben haber de forma manual, entonces creo que pueden llegar a tener cierta resistencia por parte de las generaciones mayores, incluso de la Y”, dice Juan Pablo Guerra.
¿Qué pueden hacer las empresas?
Para evitar los conflictos entre generaciones, Machado advierte que es necesario, en primer lugar, definir y comunicar las metas de la empresa, capacitar a los jóvenes en temas como liderazgo o manejo de conflictos, así como a los mayores en temas de actualidad y cómo lidiar con las nuevas generaciones.
También señala que es importante hacer estudios de clima organizacional y tener reuniones de feedback cada cierto tiempo y hacer actividades de desarrollo en equipo. Muchas actividades outdoor son útiles para este punto: deportes, excursiones, o concursos por grupos.
“No hay cambio organizacional posible sin transformación previa y para que el clima laboral sea bueno, cada uno de los miembros de una empresa, desde los gerentes hasta los trabajadores, tienen que poner de su parte", dice Trujillo. Y asegura que no existe ninguna mejor fórmula para mejorar el clima laboral, sino que más bien se debe trabajar de manera “artesanal”.
Con todo, las empresas saben de la importancia de tener profesionales de distintas edades y generaciones, con las virtudes y defectos de cada una, en especial si espera sobrevivir a sus fundadores. De ahí el desafío de conciliar.