La oferta incluye un panorama del cine argentino actual, con filmes de directores como Raúl Perrone y Martín Rejtman, así como cine “exótico” de países o regiones como Kosovo y Trinidad y Tobago, entre otros.
El verano terminó y, muy de a poco, el otoño avanza en las hojas de los árboles y va enfriando los días y las noches. La estación, como todas, siempre es buena para ver cine. Y también es una sana costumbre que exista un evento como el Festival Internacional de Cine del Uruguay, que organiza Cinemateca Uruguaya, y que este año llega a su edición número 33.
Sana y diversa, porque significa una preciosa posibilidad de ver películas que, de otra forma, nunca llegarían a las pantallas uruguayas.
Además, da la chance de ver películas premiadas en los principales festivales europeos y de cine de autor, de directores como los hermanos Dardenne, Roman Polanski y nuevos nombres del cine inglés.
La grilla de esta edición presenta también un buen panorama del cine argentino actual, con filmes de nombres como (el ya mítico) Raúl Perrone o Martín Rejtman, así como cine “exótico” de países o regiones como Kosovo o Trinidad y Tobago, entre otros.
Hay una competencia para mejor largometraje, pero también una para los llamados “nuevos realizadores”, así como para una amplia y quizás polémica sección denominada como “cine de derechos humanos” y cortometrajes.
El panorama es inabarcable en toda su extensión, por lo que es recomendable ver el programa y reservarse los días y las horas. Todos los horarios de las películas se encuentran disponibles en el sitio web de Cinemateca.
La perla local
Luego de un minucioso y paciente trabajo de laboratorio de cuatro décadas, el investigador uruguayo radicado en México, Nelson Carro, presenta de nuevo en salas uruguayas la película "Almas de la costa", dirigida en 1923 por Juan Antonio Borges y considerado el primer largometraje filmado en este país.
A 91 años de su estreno oficial, este será el filme de clausura del festival, el 11 de abril. Para esa ocasión bien vale elevar una copa por este dinosaurio del cine nacional que vuelve a sacudirse el polvo de las décadas.
Dos días, una noche
El festival no podría tener mejor arranque que este. Es la nueva película de los hermanos belgas Jean Luc y Pierre Dardenne, protagonizada por Marion Cotillard, papel por el que estuvo nominada al Oscar.
De nuevo trata sobre la exploración del mundo obrero y suburbano en una Bélgica alejada de la capital de la Unión Europea. Este es el lado B del mundo desarrollado y los personajes deben luchar palmo a palmo cada día para mantener sus posesiones materiales.
La bella Cotillard está cansada y tiene ojeras. Encarna a una mujer casada, madre de dos hijos, una mujer real en un mundo real. Luego de sufrir una severa depresión y faltar a la fábrica donde trabaja, se entera de que entre sus compañeros se votó la posibilidad de un “bonus” para cubrir su horario y obtener más ganancias. En un fin de semana tendrá que convencer a cada uno de sus compañeros para que revean su posición y así intentar no perder el trabajo y quedar en la calle. Se trata de los hermanos Dardenne en estado puro.
Sueño de invierno
Última ganadora de la Palma de Oro de Cannes, "Sueño de invierno" es una película turca dirigida por Nuri Bilge Ceylan, que narra la historia de un hombre que vive en un pequeño hotel de la región de Anatolia.
Las acciones se desarrollan en ese contexto invernal y nevado, donde los personajes luchan por sobrevivir en un drama que tiene al propietario del hotel como gran artífice de los destinos de los demás, pero que luego comprende que su voluntad no es invencible.
Un imán musulmán de la comunidad hace su aparición en la historia y le da pasto al hotelero, que además es actor y crítico de un diario, para escribir sobre la situación que atraviesa esa región en particular y la vida de quienes viven allí.
Pero el hombre no es querido ni por su familia ni por sus vecinos, por lo que su actitud de denuncia cae en saco roto. Un filme como Sueño de invierno abre además una ventana al cine de Turquía, un país que a nivel audiovisual solo resalta por un melodrama televisivo y por la polémica generada por una conexión lejana con el holocausto armenio.
La Venus de las pieles
Roman Polanski regresa y, como no podía ser de otra forma, lo hace con un filme de cámara. Con su esposa, la actriz Emmanuelle Seigner, como fetiche frente a la cámara, el director más morboso del cine europeo cuenta la relación entre un director de teatro y una actriz que se sale del papel que está representando y rápidamente, en el correr de una noche de audición, se vuelve su más seductora obsesión.
Una paloma sentada en una rama reflexionando sobre la existencia
Con este filme, el sueco Roy Andersson obtuvo el León de Oro en la última edición del Festival de Venecia. Parece que tomó una serie de personajes diferentes, como una niña con síndrome de Down, una bailaora de flamenco engañada,y un hombre que vende chascos para adultos, los juntó frente a la cámara, y para sorpresa del mundo, la cosa funciona.
Con un humor irreverente y en muchas escenas al borde de la risa incómoda, la película explora situaciones aparentemente banales que resultan tener una gama de significados lúdicos o dramáticos, según el caso.
Turistas
Esta es una comedia inglesa, dirigida por Ben Wheatley, que se centra en el viaje de una pareja por diferentes condados de la Inglaterra rural. Como toda road movie muestra el camino que se hace al andar y eso modifica la naturaleza de los personajes y sus acciones. Hasta que, en determinado momento, esta pareja de clase media que fue a buscar la placidez de la campiña debe lidiar con rincones oscuros del ser, que ni ellos sabían que tenían dentro.
Almas de la costa
Este es el primer largometraje filmado en Uruguay, en 1923. Dirigida por Juan Antonio Borges, la película cuenta la historia de un amor melodramático entre pescadores en Montevideo. Luego de cuatro décadas de reconstrucción en México por parte del uruguayo Nelson Carro, finalmente se exhibe una versión 90 años después de su estreno comercial.