Más de 600.000 niños fueron parte de un estudio que abarcó 20 años y volvió a confirmar lo que otros habían afirmado anteriormente.
Un estudio con 657.461 niños de Dinamarca que nacieron entre 1990 y 2010 demostró que no hay relación entre autismo y la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (vacuna MMR). Por lo general, los niños reciben la primera dosis a aproximadamente los 13 meses de edad y otra entre los tres y los cinco años de edad, antes de comenzar el colegio.
El estudio, publicado el lunes en la revista Annals of Internal Medicine, fue realizado por investigadores en el Statens Serum Institut en Copenhague. Algunos de los mismos científicos publicaron un artículo anterior sobre este tema en el New England Journal of Medicine en 2002, basado en datos de 537.303 niños daneses nacidos entre 1991 y 1998, que había llegado a la misma conclusión.
“El estudio apoya firmemente que la vacunación con MMR no aumenta el riesgo de autismo, no desencadena el autismo en niños susceptibles y no está asociada con la agrupación de casos de autismo después de la vacunación. Se suma a estudios previos a través de un significativo poder estadístico adicional y al abordar hipótesis de subgrupos susceptibles y agrupación de casos”, concluyen los autores.
Durante los cinco años de seguimiento que duró el estudio, solo 6.517 niños fueron diagnosticados con autismo (un 0.9% de la población estudiada). Después de la vacunación con MMR, los factores de riesgo no aumentaron, y quienes desarrollaron autismo eran niños con factores de riesgo, como historial familiar con esa condición. (Facebook considera bloquear contenido antivacunas)
En los círculos de la ciencia y la salud pública, ese problema se ha considerado resuelto desde hace mucho tiempo, con múltiples estudios a lo largo de muchos años que descuentan los hallazgos de un pequeño estudio publicado hace más de 20 años que ya ha sido eliminado de la literatura médica, pero que aún hoy es la base científica que algunos padres usan para decidir no vacunar a sus hijos. El tamaño de la muestra y el tiempo de seguimiento del estudio danés que se publicó hoy es mucho más grande y conclusivo que el pequeño y descalificado estudio.
Incluso, el estudio danés tuvo en cuenta las preocupaciones de los llamados “antivacunas” (antivaxxers). Una de ellas es que los niños considerados "en riesgo" de desarrollar autismo podrían ser más propensos a ser diagnosticados con la enfermedad si reciben la vacuna. Ese argumento se hace a veces sobre los niños que tienen un hermano con autismo.
Los datos daneses, extraídos de un registro nacional de salud, no mostraron un aumento en el autismo en este subconjunto de niños. Tampoco se detectaron síntomas de autismo agrupados alrededor del momento en que se recibió la vacuna MMR.
De acuerdo con Business Insider, seis brotes de sarampión están actualmente en curso en los Estados Unidos, con 206 casos reportados en enero y febrero, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Ese total de dos meses es más alto que el total del año para 2017.
También se han notificado brotes de sarampión en otros países del mundo. Una familia francesa con niños no vacunados recientemente trajo el virus a Costa Rica. Un caso que contrajo el virus en Israel provocó un brote en una comunidad judía ortodoxa en la ciudad de Nueva York. La oficina regional europea de la Organización Mundial de la Salud informó que hubo más de 85.000 casos en todo el continente en 2018 y 72 muertes por sarampión.