Rodrigo Yépez, gerente general del Grupo EULEN Perú, explica las principales diferencias entre el outsourcing y la intermediación laboral.
En la actualidad, las organizaciones enfrentan cantidad de cambios y tendencias que influyen en las decisiones administrativas. Como parte de esta transformación, la tercerizació o el outsourcing de los servicios profesionales especializados, se han convertido en la base del éxito de la gestión de los recursos y optimización de los procesos empresariales.
En Perú, ocho de cada diez empresas optan por la tercerización, y al hacerlo, el 90% de ellas se vuelve más productiva, de acuerdo con la Asociación de Empresas de Tercerización y Trabajo Temporal del Perú (AETT- Perú).
Sin embargo, en este proceso se generan confusiones entre la intermediación laboral y el outsourcing ¿Pero realmente existirá diferencia alguna? Si fuera así, ¿qué opción sería la más indicada para el tipo de empresa donde se trabaja?
Rodrigo Yépez, gerente general del Grupo EULEN Perú, explica las principales diferencias entre el outsourcing y la intermediación laboral.
1. Las actividades de intermediación pueden ser de carácter temporal, especializado o complementario sin estar relacionadas directamente con el core business de la empresa usuaria, mientras que en el outsourcing se presta un servicio integral, que resulta ser parte de la cadena productiva de la empresa usuaria.
2. En la intermediación la empresa que solicita el servicio tiene facultades de fiscalización y dirección sobre su proveedor. En caso contrario, en el outsourcing la relación es meramente comercial, solo puede haber coordinación y la empresa usuaria no tiene poder alguno sobre el personal del tercero (dirección, fiscalización, mucho menos sanción), aquí solo existe un control de calidad o satisfacción del servicio.
3. En el outsourcing, el contratista es responsable por los resultados de los servicios prestados. En la intermediación importa el desarrollo del servicio; existe una preocupación claro está por la calidad e idoneidad en el servicio.
4. El outsourcing permite reducir y controlar los costes del proceso o función que se externalice. Mientras que la intermediación laboral, aunque trate de hacerse por un tema económico, por el tipo de servicios más usuales, es difícil controlarlo en virtud a los cambios en la legislación laboral, lo que impacta directamente la estructura de coste.
5. La externalización de procesos de negocio es sinónimo de rentabilidad, ahorro de tiempo y costes y eficacia empresarial. Tanto en la intermediación como en la tercerización, se produce esta externalización en favor del cliente, sin embargo el costo de prestar el servicio es más alto en la intermediación y el que podría ser mar variable, tal costo lo asume la intermediadora.
6. La tercerización tiene menos costos administrativos y regulatorios que la intermediación laboral; ésta última se encuentra sujeta a más fiscalizaciones para las empresas formales.
Aunque las diferencias son técnicas, ambas herramientas apuntan a lo mismo, externalizar el costo de una empresa usuaria a otra que asuma el costo y riesgo laboral de la actividad que se le encarga; en ese caso convendría unificar las figuras como otros países latinoamericanos. Ello no tendría por qué desproteger los derechos laborales de nuestros trabajadores, pues la normas laborales deben cumplirse igual bajo cualquier esquema.